El Ayuntamiento de Guadalajara ha restaurado el conjunto escultórico dedicado al Conde de Romanones, Álvaro de Figueroa y Torres, que fue erigido en 1913 por el impulso de las asociaciones de maestros de la provincia.
La restauración del monumento, que es obra del prestigioso escultor Miguel Blay, ha tenido un coste de 22.608,69 euros, según ha informado el alcalde de Guadalajara, Antonio Román.
El regidor ha justificado la actuación porque es «el conjunto escultórico más importante desde el punto de vista artístico y patrimonial de la ciudad de Guadalajara», que estaba «en un momento crítico de conservación».
Ha añadido que si no se hubiera intervenido a tiempo «los daños hubieran sido irreparables».
La restauración se ha realizado durante el último mes y medio y ha consistido en la limpieza del conjunto, el sellado de grietas y orificios en las esculturas de bronce y la realización de los volúmenes que faltaban.
La escultura, inaugurada el 16 de octubre de 1913, fue promovida por las asociaciones de maestros de la provincia de Guadalajara para perpetuar su gratitud hacia el Conde de Romanones.
Los maestros agradecieron, de este modo, el Real Decreto aprobado en 1901, cuando Álvaro de Figueroa era ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, que posibilitó la inclusión, dentro de los presupuestos del Estado, de las partidas necesarias para cubrir los sueldos de los docentes, el pago de personal subalterno y el material de las escuelas públicas de primera enseñanza.
El monumento fue encargado a Miguel Blay, uno de los más prestigiosos escultores del primer tercio del siglo XX, impulsor del modernismo escultórico en España.
«La restauración de esta obra responde al interés del equipo de gobierno por tratar de conservar el patrimonio histórico-artístico de la ciudad que hemos recibido y que debe pasar a generaciones futuras», ha subrayado Román.