La Asociación Afaem Despertar ha lanzado un SOS en forma de comunicado a los medios de comunicación para dar a conocer su desesperada situación, tras más de 15 años gestionando servicios sociosanitarios para personas con necesidades en Salud Mental.
29 residentes y 28 trabajadores perderán su forma de vida el 31 de diciembre si no aparece una solución para este centro en Camarena (Toledo), que fue el primero de sus características en Castilla-La Mancha y hoy sufre las consecuencias de la pandemia pero también de la burocracia, según explican.
Al ser de los primeros centros creados tiene menor número de plazas, un serio problema para su viabilidad, que han ido solventando con actividades de formación y otras iniciativas. Pero los protocolos anti Covid han dado al traste con su capacidad de reinventarse para sobrevivir y la posibilidad de privatizar la gestión choca con trabas administrativas.
Un empeoramiento en la salud mental
Directivos y trabajadores esperan que la situación excepcional permita decisiones también especiales con el objetivo prioritario de no perturbar la salud de quienes la tienen más frágil. Un cambio de residencia para cualquiera de las personas que están ahora mismo en Camarena conlleva una alteración de su entono afectivo, social y físico y supondría, probablemente, un empeoramiento de la situación y en algunos casos retrocesos a años de avances.
La llamada de Afaem Despertar
Este es el comunicado íntegro en el que esta asociación explica su situación y reivindicaciones:
AFAEM Despertar es una asociación de familiares, amigos y personas con Problemas de salud Mental que forma parte de los movimientos asociativos creados tras la reforma psiquiátrica para dar respuesta a las necesidades de este colectivo (Federación Salud Mental de CLM y Confederación Salud Mental).
Dispone de una residencia para dar acogida a estos pacientes, que, por problemas psicopatológicos, o por problemas en los recursos personales en sus familias, tienen dificultades en su convivencia.
Pioneros en gestión de recursos
Fue la primera de estas asociaciones que contó con una residencia en Castilla La Mancha, y ha sido pionera en la gestión de recursos residenciales dentro del movimiento asociativo.
Ha ido gestionando desde 2004 la atención a los usuarios alojados en una residencia, y en dos viviendas supervisadas, una en Camarena, y otra en Torrijos, aparte de desarrollar multitud de actividades con el eje en la Salud Mental.
Los recursos cubren estas necesidades a los usuarios que son derivados por parte de la Fundación Socio Sanitaria de Castilla La Mancha, que facilita la mayor parte de la financiación del recurso. Los problemas económicos de la entidad comienzan cuando, a raíz de la crisis financiera de 2009, se toma la decisión de rebajar el precio-plaza, rebaja que ha quedado congelada desde 2012.
Ingresoso congelados
Esta decisión también afecta a otras residencias de Castilla La Mancha, pero debido al pequeño tamaño de la residencia de Camarena (29 plazas), los gastos generados para cubrir la ratio personal-usuario es más elevada que en otras residencias.
Como los ingresos están congelados por parte de la Administración, la asociación se hacía cada año más insostenible, y recurrió, a otras fuentes de financiación, la ampliación de tres plazas residenciales, la creación de un Centro Formador, la prestación para este colectivo de cursos formativos a través de la Fundación FSC Inserta, con el objeto de conseguir para ellos una mejora de la calidad de vida, y en sus posibilidades laborales, no han sido suficientes.
Las plazas no han sido cubiertas, el centro de formación no se ha podido crear y los cursos han sido suspendidos a causa de la pandemia del coronavirus, aunque el centro se ha mantenido libre de él. La consecuencia final es la quiebra económica de la asociación, que ya no puede pagar al personal que atiende a los usuarios. Y en el plano personal, conlleva la pérdida de estos dispositivos de plazas concertadas la atención de estas personas, y el despido de 28 trabajadores largamente experimentados.
Emocionalmente vulnarables
Hay que resaltar el impacto que esta situación genera en los usuarios, personas emocionalmente vulnerables, que han creado una red de relaciones con la población general, con los profesionales, y con otros usuarios entre sí, y que habían manifestado repetidamente su satisfacción por la atención recibida. Gracias a este soporte acogedor entre usuarios y profesionales, cuya dedicación excede con creces lo exigible profesionalmente, Afaem Despertar había recibido el sello de calidad europeo de EFQM +300 en febrero de 2020.
Esta nota quiere reivindicar el valor de este dispositivo, la calidad y la dedicación de sus profesionales, y la importancia de las iniciativas de este grupo para la atención social a una población vulnerable, cuestiones que se van a ver frustradas. Ni los usuarios, ni sus familias, ni los educadores ni el resto de profesionales se merecen un resultado así.
Intentos de gestión privada
La Asociación AFAEM Despertar, había intentado contactar con un grupo económico para llevar a cabo la gestión, pero esta posibilidad no ha podido prosperar porque existía el impedimento legal de que ninguna empresa privada podría encargarse de esta función social.
Creemos que antes que la dispersión de los pacientes por distintas residencias y viviendas supervisadas, sería bueno para todos, el concierto con entidades que puedan generar servicios de alto valor social, como ocurre en otras comunidades autónomas, con un buen hacer exigido y perfectamente demostrable hacia la Administración.
Junta Directiva de AFAEM Despertar.