El Lugo volvió a firmar un ejercicio de fe y paciencia y ganó (1-0) al Albacete pese haber jugado con 10 durante más de 50 minutos por una polémica expulsión de Campabadal.
La velocidad de Chris Ramos y la sangre fría de Manu Barreiro desde los once metros a falta de cinco minutos dieron el triunfo a los gallegos, que duermen en promoción de ascenso y ponen tierra por medio respecto al descenso, en el que se quedan los manchegos.
El Albacete cedió la iniciativa y obligó al Lugo a un protagonismo mayor que el que había tenido en anteriores partidos con Mehdi Nafti en el banquillo.
Varios resbalones en el césped del Anxo Carro le pudieron costar un disgusto a los lucenses. A los 24 minutos, después de que Xavi Torres hubiera perdido el equilibrio, el Albacete pidió penalti en un choque de Álvaro Jiménez con Alende, pero el colegiado, Vicandi Garrido, pitó falta en ataque ante las protestas del banquillo manchego, que sufrió una expulsión.
El portero Ander Cantero volvió a ser fundamental para los rojiblancos. En la recta final de la primera parte, otro resbalón, esta vez de Venancio, que previamente había medido mal el salto por el balón, dejó solo a Álvaro Peña ante el guardameta, que salvó a su equipo con el pecho.
Antes del descanso, más polémica. Campabadal vio una roja muy protestada, según percibió el árbitro, por pisar a Fran García, que quedó tendido en el suelo. Vicandi Garrido se interesó por el jugador del Albacete y a la vez comprobó que el pisotón había quedado marcado en la pierna del futbolista. Sin revisarlo en el monitor, mantuvo la expulsión.
Ortuño tuvo la última del primer tiempo con un disparo con la derecha que atajó Cantero y el Albacete buscó en la reanudación adelantarse en el marcador con varios centros laterales desde la derecha que no encontraron remate franco.
Los visitantes pusieron en el césped más ingredientes ofensivos, entre ellos, Zozulya, que probó al guardameta del Lugo con un cabezazo nada más incorporarse al terreno de juego.
El Lugo, con diez, exploró los contraataques con la zancada de Chris Ramos, que fue clave. De sus botas surgieron una asistencia a Cristian Herrera, un poco larga, y otra a Manu Barreiro que intimidaron al Albacete.
Diamanka pudo desnivelar el encuentro a falta de siete minutos con un remate que se le marchó fuera por poco y el que encontró el gol, con un penalti sobre Chris Ramos, fue el equipo local. Manu Barreiro convirtió y el Lugo sumó su quinto triunfo en siete encuentros desde la llegada de Nafti.