La pareja propietaria del pitbull que el pasado sábado mordió a tres niños en Toledo, uno de los cuales está grave en la UCI, no había denunciado la desaparición o la fuga del perro, aunque la mujer alertó desde Barcelona a la Policía Local de esta capital de que el animal, de raza peligrosa, podría estar suelto.
Según han informado fuentes municipales, el microchip del perro, que fue abatido por los agentes de la Policía Nacional, estaba a nombre de dos personas, ella con residencia en Barcelona y él con residencia en Toledo capital.
Fue la propietaria la que desde Barcelona se puso en contacto telefónico con la Policía Local de Toledo para comunicar su temor de que el perro pudiera estar suelto y ofreció los datos característicos del animal, de raza peligrosa, y que iba sin el bozal preceptivo.
La llamada de la mujer tuvo lugar después del primer ataque del animal, que se produjo sobre la una de la tarde del pasado sábado en la plaza del Cristo de la Luz, en el casco histórico de Toledo, y cuya víctima fue una niña de seis años de nacionalidad china, aunque las heridas fueron de carácter leve.
Por su parte, el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, ha explicado que se pudo localizar al dueño del perro gracias al registro de animales peligrosos con el que cuenta el Ayuntamiento de Toledo, que se actualiza casi semanalmente por la Junta de Gobierno Local.
Page ha lamentado el suceso, pero ha señalado que el incidente «es muy excepcional» y «afortunadamente el caso está a disposición judicial».
Así, ha indicado que, aunque tras casos como este «hay que extremar las medidas de precaución», la mayoría de los propietarios de este tipo de perros «hacen un uso correcto» del registro y «se comportan bien».