La fiscalía ha rebajado de 14 a ocho años de prisión la pena solicitada para Mijail L., de nacionalidad rumana, acusado de violar a una menor de 14 años en un descampado de Fuensalida (Toledo) la noche del 10 de octubre de 2012.
Durante el juicio, que ha quedado visto para sentencia, la fiscal del caso ha reducido al pena al suprimir para el procesado la agravante de desamparo en que se encontraba la menor, que llegó a España procedente de Austria sin el permiso de sus padres tras conocer a través de internet a uno de los chicos con los que compartía piso en el número 9 de la calle Juan Carlos de Fuensalida.
En esta vivienda la joven convivía con otras cuatro personas: el acusado; su anterior pareja, con el que había roto relaciones 15 días antes de los hechos; con el individuo que había conocido a través de internet y con una chica.
Ni la denunciante ni los otros jóvenes que convivían con ella han comparecido en la vista oral al no estar localizados, por lo que se han tenido que reproducir las declaraciones que hicieron ante el juez de instrucción.
El acusado, que está en prisión provisional, ha dicho al tribunal que ella, de nacionalidad checa y que llegó a nuestro país indocumentada, fue quien le propuso tener relaciones sexuales para dar «celos y vengarse de su exnovio», ya que este había entablado nuevas relaciones con otra joven.
Mijail, que declaró con la ayuda de una intérprete, ha insistido en que desconocía que la denunciante tuviera 14 años y que pensaba que tenia 20 o 21, a pesar de que 15 días antes la menor lo había comentado en casa delante de sus compañeros, incluido el inculpado, según dijeron al juez de instrucción los otros inquilinos del piso.
La fiscal ha preguntado al inculpado por qué el día de los hechos no llegó con la menor a la casa si las relaciones fueron consentidas y con el propósito de ella de dar celos a su anterior pareja, a lo que Mijail ha señalado que el exnovio de la chica no se llevaba bien con él y no quería enfadarle.
VERSIONES CONTRAPUESTAS
La versión del acusado contrasta con lo referido por ella, tanto ante la Guardia Civil como ante el juez, según la cual fue forzada a salir del coche en el que el procesado, supuestamente, le iba a acercar a casa tras haber tomado unas copas de vino y fumar marihuana en un parque y en un bar de Fuensalida.
Que una vez fuera del coche la forzó a tener relaciones, que le tapó la boca para evitar que gritara y que después, de nuevo en el vehículo que le prestó a él un amigo, bloqueó las puertas, aunque ella pudo escapar después de que tuvieran un accidente al chocar contra una farola.
Cuando llegó a casa, con la ropa manchada de barro y con escoriaciones en el tórax y en la zona lumbar del cuerpo, relató llorando lo ocurrido a sus compañeros de piso y seguidamente denunciaron los hechos ante la Guardia Civil y también fue examinada por un forense en el hospital de Toledo cuatro horas después de lo ocurrido.
Tras la denuncia por violación, los servicios sociales de la Junta asumieron la tutela de la menor, aunque se escapó de los centros de acogida en los que estuvo, tal y como ha relatado en el juicio una asistente social del Gobierno regional.
La defensa, que pidió sin éxito la suspensión de la vista oral hasta que la menor fuera localizada, solicitó la absolución para el acusado por considerar que las erosiones que tenía ella no constituyen un elemento suficiente para condenar a su cliente.
Además, la defensa puso en tela de juicio la declaración que ella hizo en el juzgado por considerar que no se hicieron con todas las garantías por el primitivo conocimiento que del lenguaje rumano tenía la menor.