Las fuerzas de seguridad han detenido a una quinta persona en relación con el robo en el chalet del cantante Camilo Sesto en Torrelodones (Madrid), ocurrido el pasado 12 enero.
Según han informado fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, a los cuatro detenidos en Cuenca se ha sumado un quinto unas horas después en la misma ciudad. Los investigadores creen que los arrestados podrían integrar una banda dedicada al robo en viviendas, aunque este extremo está por confirmar.
Esta operación se ha iniciado en una vivienda del número 115 de la calle Ángeles Gasset, en el barrio de Villa Román de la capital conquense.
En esa vivienda ha sido detenido un hombre mientras otro se ha dado a la fuga y ha sido perseguido por las fuerzas de seguridad, según han relatado varios testigos.
Las detenciones las ha practicado un amplio dispositivo de Guardia Civil y Policía Nacional desplazado desde Madrid, que alrededor de las 14.30 horas ha trasladado al detenido que permanecía en la vivienda con su abogado.
Según varios testigos, el despliegue policial, al que tras la fuga de uno de los individuos se han sumado unidades caninas, se ha iniciado después de las 12 del mediodía.
El vecino de la vivienda contigua a la de los detenidos ha señalado que allí vivían alquiladas dos personas «y a veces había un tercero».
«A lo mejor durante el día no estaban, venían a mitad de noche, se iban otra vez por la mañana; no tenían trato con el resto de vecinos, sino que aparecían y desaparecían como los Ojos del Guadiana», ha añadido.
Las detenciones se han producido por su presunta implicación en el asalto, en la madrugada del 12 de enero, al chalet del cantante Camilo Sesto en el que sustrajeron joyas, relojes, aparatos electrónicos y 2.500 euros de dinero en efectivo.
Según declaró el cantante a la Guardia Civil, tres hombres, vestidos con traje de camuflaje y con armas blancas, irrumpieron en su chalet y le amordazaron antes de robarle.
En torno a las siete de la mañana de ese día, Camilo Sesto consiguió liberarse de la mordaza y acudió al puesto más cercano de la Guardia Civil donde, visiblemente nervioso, relató las circunstancias del suceso, además de aportar algunos detalles como que los tres individuos, que iban encapuchados, eran españoles.