El pintor y escultor Eduardo Arroyo ha manifestado que para él «el rostro del otro es el paisaje ideal» y ha comentado que, aunque «hay que gente que adora los paisajes, la naturaleza produce sensaciones importantes», a su parecer, «el más paisaje más importante es el rostro del otro».
Así lo ha confesado a Efe durante la inauguración de la exposición «Eduardo Arroyo: retratos y retratos» en el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, en la que el artista ha explorado su relación con el retrato y también con la fotografía.
«Es la primera vez que mostramos el trabajo que hago con la fotografía», ha dicho Arroyo, que reconoce que nunca ha hecho fotos, pero «desde niño» se ha interesado mucho por su manipulación y es esta faceta inédita la que se exhibe ahora en Cuenca.
«Me han gustado los recortes, los cromos, las imágenes», ha dicho el artista, que ha recordado cómo «de adolescente» recortaba la cara de alguien y seguía «el cuerpo con el dibujo».
Entre este material de la colección personal de Arroyo ha sido donde la comisaría Oliva María ha seleccionado 70 fotografías, en su mayoría inéditas.
La muestra recoge más de un centenar de obras desde los años 70 hasta la actualidad y parte de su mérito está, según el autor, precisamente en combinar «sin ningún problema y de manera desenfadada, una foto junto a cuadro, o junto a una escultura; una obra de los años 70 junto a fotos de los 90 o del 2000».
Son este tipo de exposiciones, según el artista, las que «ayudan a continuar y hacen reflexionar», y en esta línea ha anunciado que este verano empezará a trabajar en un proyecto, con la fotografía como base, destinado al festival fotográfico de Arlés «Encuentros».
«Tengo unas ideas vagas y me resulta difícil contar lo que quiero hacer, porque además si uno lo cuenta ¿para qué hacerlo, no? Pero sin esta exposición no me hubiera decidido a hacer lo que quiero hacer, que será trabajar sobre la fotografía», ha dicho Arroyo.
En cuanto al título de la exposición, Arroyo reconoce que no ha pasado su vida haciendo retratos, pero le han acompañado «siempre» seguirán acompañándole, y eso ha permitido producir todo tipo de obras de diferentes géneros y soportes, de la pintura al collage.
En este sentido, la comisaria de la muestra ha resaltado que en la muestra se recupera «a un Arroyo con ambición de totalidad, muy relacionado con las vanguardias históricas de comienzos de siglo, en las que los artistas aspiraban a hacer no sólo pintura, sino también escultura, fotografía, escribir o hacer cine».
María ha relatado a Efe que el artista «siempre ha hecho un retrato que da idea de las vivencias del autor, sus anécdotas, antes que una obra clásica, un retrato psicológico».
«Eduardo Arroyo: retratos y retratos» se ha expuesto ya en febrero y marzo en la Fundación Juan March de Palma de Mallorca, donde ha tenido según María una «magnífica acogida», que esperan se repita en Cuenca al estar expuesta todo el verano.
La misma confianza tiene el director de Exposiciones de la Fundación Juan March, Manuel Fontán, que ha recordado que se ha hecho un esfuerzo para que el autor estuviera bien representado.
«En la colección de la Fundación hay obra gráfica, algo de obra sobre papel, pero es una exposición construida con colecciones particulares: la parte de fotografía proviene en buena parte de la colección de Eduardo Arroyo, y después de algunos museos, colecciones privadas y públicas, portuguesas, francesas», entre otras, ha explicado a Efe.
La muestra estará en el Museo de Arte Abstracto Español, en las Casas Colgadas de Cuenca, hasta el próximo 6 de octubre.