Un jurado popular juzga desde el próximo lunes, día 10, en la Audiencia de Toledo a dos individuos rumanos, tío y sobrino, por matar a palos a un compatriota en el exterior del bar Tiffany’s de Mocejón (Toledo), a finales de julio de 2011.
Según el escrito de la fiscalía remitido a Efe, el fiscal solicita 14 años de prisión para cada uno de los acusados, C.G., de 35 años, y N.M.G., de 24, tío y sobrino, respectivamente, por la muerte de O.M.D., que falleció de los múltiples golpes recibidos con un palo y la culata de una pistola y que le provocaron distintos traumatismos en el cuerpo y en la cabeza.
El fiscal aplica a los procesados la agravante de abuso de superioridad y la atenuante de arrepentimiento espontáneo y también acusa al sobrino de una falta de lesiones por las heridas que causó a la pareja sentimental del fallecido cuando ésta trató de mediar para frenar la agresión.
Los hechos que serán juzgados con jurado popular ocurrieron sobre las 22:45 horas del 28 de julio de 2011, después de que los encausados fueran en coche a buscar a la víctima, O.M.D., «con el propósito de matarle o agredirle», después de comprobar que había robado una caja de caudales y una pistola al acusado más joven.
Una vez en el bar Tíffany’s, el sobrino se dirigió a la víctima -que estaba con su pareja sentimental- tomando unas cervezas y, de forma «muy alterada y precipitada», le dijo que saliera a la calle.
Una vez que estuvieron los tres en el exterior del bar, N.M.G cogió un palo del maletero de coche, de más de un metro de largo y de 13 centímetros de diámetro y que previamente había guardado en el vehículo, y le propinó un fortísimo golpe en la cabeza, mientras que el agredido trataba de defenderse con la pistola que le había sustraído.
En ese momento entró en escena el otro de los acusados, el tío, que arrebató el arma a la víctima, mientras que el sobrino le seguía apaleando por todo el cuerpo, por lo que la víctima se tambaleaba hasta caer al suelo, donde también seguía recibiendo palos y patadas y fuertes culatazos en la cabeza.
Los acusados abandonaron al herido cuando éste ya estaba inconsciente y ensangrentado y huyeron en el vehículo, tras lo que se deshicieron del palo, que tiraron a un solar, y escondieron la pistola.
Como consecuencia de la agresión, O.M.D. sufrió un severo politraumatismo, con múltiples heridas en la cabeza, por lo que murió horas después en el hospital de Toledo de un shock hipovolémico.
En el momento de los hechos, el fallecido, que dejó dos hijos menores, tenía sus facultades «seriamente disminuidas», una circunstancia que fue aprovechada por los agresores, para los que el fiscal pide también que indemnice a cada uno de los hijos del finado con 100.000 euros.
El juicio con jurado está previsto que se celebre durante toda la semana en la Audiencia Provincial de Toledo.