El pitbull que llegó a morder a cuatro personas en Toledo -a tres niños y a un joven de 17 años- y que fue sacrificado por tener rabia podría haber contagiado a otros perros. En estos momentos una perra se encuentra en el centro de recogida de animales abandonados Alosan, en Numancia de la Sagra, a la espera de que sus propietarios conozcan si está afectada después de que el pasado viernes 31 de mayo fuese mordida por el pitbull.
Según ha podido saber encastillalamancha.es, estando en la calle Alfonso XII del Casco, un pitbull se acercó a una de las dos perras de estos propietarios y la mordió en el hocico. El lunes, y tras ver que tenía la zona inflamada, la llevaron al veterinario, donde les dijeron que tenían que volver el jueves. Ese día sí les mostraron una foto del pitbull y, una vez corroborado que había sido el mismo que había mordido a la perra, desde la clínica se pusieron en contacto con la Consejería de Agricultura, que les instó un día después a que llevasen a los dos canes a Numancia para realizarles los análisis pertinentes. Aunque se desconoce el número, hasta aquí han llegado más perros afectados, incluso por la misma clínica veterinaria pasó otro caso más.
Uno de los dos propietarios de la perra agredida ha sido vacunado en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo, donde se ha establecido un protocolo de actuación para vacunar a todos aquellos que hayan sido mordidos por perros en un radio de acción de 20 kilómetros en torno a Argés, localidad de la que provenía el contagio. Aunque su caso no se corresponde con una mordedura, el haber tocado la mordedura de su perra es lo que ha llevado a los profesionales sanitarios a tomar la medida.
La rabia es una enfermedad erradicada en nuestro país. Los últimos casos se dieron hace 30 años.