Apenas daba el reloj las ocho de la mañana cuando vecinos de La Puebla de Almoradiel (Toledo) acompañaban a la Virgen de Palomares en su recorrido con destino al paraje natural del mismo nombre.
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Tal y como las previsiones climatológicas apuntaban, la mañana amaneció gris y fría, con constantes amenazas de tormentas, pero esto no fue ningún obstáculo para los almoradienses que recorrieron el camino de nueve kilómetros que hay hasta la ermita en algo más de tres horas con parada incluida en la conocida casa de los pastores, donde fueron agasajados con un tentempié. La llegada a Palomares de la imagen fue recibida con vitores y aplausos, no faltando la música y canciones rocieras, celebrándose seguidamente la santa misa en su honor.
Gran ambiente como es tradicional, donde toda la pradera es tomada en su totalidad por los fieles seguidores de esta fiesta campera, llenándose de pequeñas y grandes carpas ocupadas de grupos de jóvenes, amigos, familias, peñas y autoridades.