El jueves 13 de diciembre el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba los Premios Ejército del Aire, cuyo objeto es contribuir al mutuo conocimiento entre dicha institución y la sociedad española, además de fomentar la cultura aeronáutica en sus diferentes facetas, la creación artística y los valores de las Fuerzas Armadas. Entre las modalidades que se convocaban se encuentraba la de Investigación Aeroespacial Militar Española que ha ganado una albaceteña, Elena López.
Elena López, de Albacete, presentó un diseño de una instalación para la caracterización del comportamiento fluidodinámico de una tobera de empuje vectorial y de su estela. Proyecto con el que ha logrado alzarse con el premio.
Este proyecto lleva a cabo el diseño de concepto de una instalación para realizar los ensayos necesarios para el estudio de las prestaciones y de la caracterización de la estela de toberas propulsivas a escala.
Lo que ha conseguido con ello es desarrollar en esa instalación una tecnología aeronáutica relativamente reciente que va a permitir a los cazas de combate realizar maniobras más abruptas. Además han comprobado que los aviones no van a necesitar tanto espacio para aterrizar y despegar.
A través de una serie de pruebas, también ha logrado con este proyecto, dirigido por Carlos Guardiola y Vicente Dolz, reducir la huella sónica y térmica que deja el avión militar en el despegue y aterrizaje. Algo muy interesante porque con ello disminuye la posibilidad de que otros aviones lo detecten.
¿Estaríamos hablando de aviones invisibles? Elena sonríe e indica: «Más o menos», el hecho es que el avión cuando despega produce un foco de calor que, gracias a esta investigación, han comprobado como se reduce considerablemente.
EL IMPACTO DE LA BASE AÉREA DE ALBACETE
Desde muy pequeña a Elena siempre le ha llamado la atención la base aérea de Albacete. Probablemente ahí fue el inicio de lo que hoy está a punto de ser, ingeniera aeronáutica. Estudia en Valencia y trabaja en el Instituto Tecnológico de Óptica, Calor e Imagen.
A sus 32 años recibirá un premio el próximo día 20 que no se esperaba, pero que es una gran satisfacción para ella.
Un premio y una realidad, porque su proyecto se está desarrollando en la Politécnica de Valencia.