Bodegas Lozano es una empresa familiar, con más de 90 años, que ha roto con el «maleficio» que ronda a este tipo de compañías al lograr superar la segunda y la tercera generación con éxito. Tanto es así que ahora es la cuarta la que está al frente de una empresa presente en unos 40 países de todo el mundo. Un trabajo que ahora es reconocido por la federación empresarial albaceteña FEDA en la XIV edición de los premios San Juan. Un reconocimiento a la empresa familiar del año patrocinado por La Caixa.
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A finales del siglo XIX y principios del XX se gestó lo que hoy es Bodegas Lozano. En 1853 la familia empieza a cultivar sus propios viñedos y en 1920 se crea la primera bodega dirigida por Juan Ramón Lozano.
En ese primer momento, la empresa se centraba en la elaboración de vinos procedentes de los viñedos propios. Una pequeña comercialización que dio un salto importante durante los años 80 del siglo pasado hasta convertirse en una empresa con presencia en unos 40 países de todo el mundo. De hecho, en la actualidad, el 85 por 100 de las ventas que realizan las hacen en el extranjero.
«Ése paso (el de la exportación) se dio en base a las necesidades de abastecimiento que existían en ese momento», explica a Encastillalamancha Jaime Lozano, quien asegura que aún hay en el mercado nacional posibilidades y, de hecho, «se hacen cosas».
La expansión internacional llegaría con Juan Ramón Lozano, nieto del fundador. Con él al frente se constituiría la empresa Juan Ramón Lozano.
En 1992 se construye la nueva bodega, ubicada en el polígono industrial de Villarrobledo con una superficie de 80.000 metros cuadrados.
A partir de 1996 se inicia la comercialización de vino embotellado para lo que se habilitan unas nuevas instalaciones como cava subterránea, con barricas de madera y dormitorios de botellas.
Durante los años 2010 a 2012 realizarán importantes inversiones para anticiparse a una demanda más selectiva y permitir ofrecer vinos personalizados a las mayores exigencias.
LLEGAR A LA CUARTA GENERACIÓN CON ÉXITO
Esfuerzo y sacrificio. Eso es lo que define a Bodegas Lozano. Más de 90 años trabajando para seguir creciendo día a día. De hecho, Jaime Lozano asegura que el reto para 2013 es «seguir creciendo» y para ello apuestan por una buena relación calidad-precio y una estructura comercial importante en todo el mundo.
El secreto para llegar sana y salvo a la cuarta generación (formada por Jaime, Ágata y Rosa) no es otro que «rodearte de profesionales», afirma Jaime, quien puntualiza que «la gestión de la empresa está totalmente profesionalizada»:
Con 70 millones de litros de producción al año, una plantilla que supera los 100 trabajadores y unas ganas por seguir trabajando como las del primer día, esta empresa albaceteña sigue afrontando los retos presentes y futuros.