lunes, 25 de noviembre de 2024
Francisco Cañizares, portavoz del Grupo Popular en las Cortes 16/01/2012junio 14th, 2017

Nadie podía imaginar en Ciudad Real que mientras los vecinos paseaban tranquilamente, uno o varios personajes de una organización criminal internacional y relacionada con el tráfico de drogas se habían mezclado entre ellos, interesados en comprar el tristemente famoso aeropuerto. Francisco Cañizares reconoce que desde el principio se veía venir que la intervención de la Junta y el PSOE en el negocio, junto al perfil de determinados inversores, no auguraban nada bueno, aunque la sociedad civil calló algunos excesos mientras mantuvo la esperanza de un final feliz para un proyecto que veían como la gallina de los huevos de oro.
El portavoz «popular» cuenta en la entrevista que publicamos en portada de encastillalamancha.es que los gestores del aeropuerto llamaban diariamente a «la Junta o al PSOE para preguntar lo que había que hacer».

¿Tiene futuro el aeropuerto de Ciudad Real? ¿Renuncian a esa comisión de investigación?


Pasa algo similar a CCM, en cuanto a que hay un proceso concursal abierto, que está tardando mucho más tiempo del que era previsible y de lo que es habitual. Es complicado actuar políticamente sin influir en la actividad judicial. Tenemos muy claro, y el propio proceso concursal lo ha descubierto, que ahí se ha hecho una gestión política de una empresa privada, en la que las decisiones se tomaban de común acuerdo con la Junta de Comunidades. Por la mañana, quien gestionaba el aeropuerto, descolgaba el teléfono y se llamaba a la Junta o al PSOE a ver qué había que hacer. Es un ejemplo nefasto de mala actuación política en una actuación privada.

Desde fuera da la sensación de que en Ciudad Real daba igual todo mientras el aeropuerto saliera adelante, a cualquier precio. ¿Es así?

Independientemente de que la ciudad supiera de las implicaciones políticas evidentes que tenía el aeropuerto, a nadie se le escapaba que era una infraestructura que lanzaba unas expectativas de futuro y de creación de empleo que todo el mundo esperaba que saliesen bien. Lo que pasa es que los atajos y la forma de actuar interesada de los políticos y de los gestores privados indicaban, desde muy pronto, que no era el camino. La sociedad civil no decía nada esperanzada en que el final fuera positivo. Nosotros siempre avisamos de las consecuencias de una nefasta gestión con medidas como la modificación de la Lotau o, al final, que era absolutamente incomprensible que una administración avalase una infraestructura privada sin más motivo que apoyar determinados inversores. Al final ha sido el desastre de lo que tenemos hoy en día.

«LA RUMOROLOGÚA POPULAR HABLABA PERMANENTEMENTE DE OFERTAS»

¿Se podían imaginar en Ciudad Real que mientras paseaban los vecinos una banda de narcotraficantes negociaba quedarse con el aeropuerto para el negocio de la droga?

No. La rumorología de la ciudad hablaba del interés de determinadas empresas, que al final eran humo. Por desgracia, quizás la oferta más en firme que haya habido fuera esa.

Ahora el alcalde de Toledo ha dicho que quiere el casino que se concedió a Ciudad Real para la capital y un aeropuerto al norte. ¿Algún consejo que dar a la provincia vecina, Toledo?

Es muy bueno tener ilusiones y lanzar expectativas positivas de cara al futuro, pero yo creo que se equivoca quien quiera lanzar, sin ningún fundamento, la creación de infraestructuras que no estamos en condiciones de desarrollar, porque no existe una situación económica favorable a ninguna de ellas. No solo en Ciudad Real hay ejemplos, sino en toda España, de aeropuertos que se están cerrando esos días o no tienen aviones: Badajoz, Huesca, Castellón… 

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