La Audiencia Provincial de Cuenca juzga desde hoy a tres jóvenes de 21 a 23 años por el asesinato de otro joven, de 19 años, cometido en la localidad de Cañaveras (Cuenca) en el año 2011, para los que la fiscalía pide penas de 30 años de cárcel.
En su escrito de calificación provisional, la fiscal pide 25 años de cárcel para cada uno de los tres autores materiales por asesinato con ensañamiento y alevosía, además de cuatro años por obstrucción a la justicia y uno por tenencia ilícita de armas.
Asimismo, pide cuatro años de cárcel para un cuarto imputado, de 46 años y vecino de Cañaveras, por encubrimiento y tenencia ilícita de armas.
La fiscal asegura que los tres acusados planearon una venganza contra la víctima, José Manuel O.G., al considerar que les había delatado como participantes en hechos delictivos, el último de ellos el robo de un «quad» y distintas herramientas de un tío de José Manuel.
Uno de los acusados, con el que la víctima tenía mejores relaciones, Abraham B.E., le llevó a una nave industrial en Cañaveras donde esperaban los otros dos acusados, los hermanos José y Nelson M.F.
Cuando la víctima intentó huir, según la fiscal, José le disparó en la espalda con la escopeta y los tres le propinaron patadas, puñetazos y golpes con un palo de madera en la cabeza.
La fiscal sostiene además que le ataron a una silla de mimbre donde continuaron golpeándole, y cuando murió a causa de las heridas y golpes, entre las 22 y las 23 horas del 16 de febrero, lo llevaron hasta un lugar próximo, envolvieron el cadáver en un plástico y lo enterraron.
El cuarto imputado era el propietario de la escopeta con la que se cometió el crimen y de la nave donde se produjeron los hechos, y según la fiscal limpió ésta de evidencias y quemó el palo y la silla de mimbre.
Según los forenses que han declarado hoy en el juicio, el joven murió desangrado en un período que no superaría los 10 ó 15 minutos, en los que fue perdiendo la consciencia.
El forense ha confirmado que el disparo se produjo a una distancia de un metro o metro y medio con la escopeta de perdigones.
Asimismo, ha rechazado la posibilidad esgrimida por la defensa de que uno de los acusados sufra algún tipo de discapacidad intelectual.
El joven asesinado, cuya familia regenta un bar en el barrio del Pozo de las Nieves, desapareció en febrero de 2011, y los acusados fueron detenidos un mes después, cuando confesaron los hechos y facilitaron las indicaciones para encontrar el cadáver.
Al juicio han asistido más de una docena de amigos y familiares del fallecido.
Durante los recesos que se han producido en la sesión, los acusados que eran escoltados hacia el servicio por la Policía Nacional han sido recibidos por gritos de «¡asesinos!» por parte de algunos asistentes.
Además de las penas de cárcel, la fiscalía pide una indemnización de 300.000 euros para los padres de José Manuel, que deberán pagar solidariamente los tres acusados, y 1.500 euros por los daños en el vehículo propiedad del padre de la víctima que utilizaron para transportar el cuerpo, y que estrellaron y prendieron fuego en las cercanías de Cuenca.
Asimismo, impone multas de 7.200 euros para cada uno de los tres acusados por daños, y la misma multa por obstrucción a la justicia.