El joven árbitro ciudadrealeño de solo 21 años Javier Alberola Rojas, de la Delegación de Toledo, ya es colegiado de 2ªB, el único castellano-manchego que lo ha logrado entre un total de cuatro. Además, es el más joven de los árbitros de 2ªB, como ya lo fue en Tercera División y en las categorías de Preferente en las que pitó. Una carrera meteórica. Pero parece tener la cabeza muy bien amueblada.
El chaval, porque entonces era un chaval imberbe de solo 14 años, fue a ver un partido amistoso de juveniles entre el Yuncos y el Polígono, equipo este último en el que jugaba su hermano. Se dio la circunstancia de que no había árbitro. Silbato en ristre, un directivo del Yuncos se paseó por toda la grada en busca de un «voluntario». El chaval Javier se ofreció. «¿Cómo vas a pitar tú?», le dijeron.
El directivo se dio otra vuelta. Nada de nada. Hasta que tuvo que echar mano del chaval. A partir de entonces el entrenador del equipo de su hermano, Jesús Pavón, le propuso arbitrar en los siguientes partidos amistosos.
Hasta ahora. La carrera arbitral de Javier Alberola Rojas, perteneciente a la Delegación de Toledo, un ciudadrealeño de 21 años afincado desde niño en Toledo, está siendo meteórica. Hace tres días le comunicaron que ya es árbitro principal de Segunda División B, según ha hecho público el Comité Nacional de Árbitros en su clasificación final del I Programa de Talentos y Mentores.
Javier Alberola ya es además el árbitro más joven de 2ªB, como ya lo fue de Tercera División y en las categorías de Preferente. Va camino de Primera División. «¿Es consciente»?, se le pregunta. Y contesta con humor, el mejor pasaporte para todo: «¡O de bajar de categoría el año que viene!, ja, ja!»
Al ser árbitro principal de 2ª, ya es cuarto árbitro de Segunda Division, mientras que la próxima temporada lo será de Primera.
¿En qué colegiados se mira Javier Alberola? No duda ni un momento: «Me gusta, por su autoridad y presencia, Medina Cantalejo. Por la planta, por su estética, Mejuto González».
Este joven árbitro ya de 2ªB se confiesa un árbitro muy dialogante: «No me gusta discutir con ningún jugador, pero hay que leer bien los partidos, saber cuándo hay que llevarse bien o cuándo hay que dar un golpe encima de la mesa», se explica.
Por ahora la carrera de Javier es intachable en todos los aspectos: sin agresiones, sin denuncias, sin problemas.
«Hace dos días que me lo comunicaron. Estoy contentísimo. Supone un reconocimiento al trabajo de todo el año», afirma el joven árbitro, quien tuvo que superar media docena de pruebas físicas y teóricas.
Otros tres árbitros castellano-manchegos se quedaron en el camino, el que ya ha transitado Javier Alberola, un colegiado que progresa a velocidad de vértigo. Pero no parece que le afecte. La mejor receta para proseguir por el camino más recto y corto.