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viernes, 22 de noviembre de 2024
La Guardia Civil consiguió detener a los dos menores por el supuesto acoso escolar a un compañero.
La Guardia Civil consiguió detener a los dos menores por el supuesto acoso escolar a un compañero.
Insultos y agresiones físicas - 12 febrero 2021

El pasado 1 de febrero, los padres de un menor de edad interpusieron una denuncia, ante el Puesto de la Guardia Civil de Esquivias, por un delito de acoso escolar que estaba sufriendo su hijo por parte de varios compañeros de clase del Instituto de Educación Secundaria donde acude, y que como consecuencia de este acoso, el niño tuvo que ser ingresado en un centro hospitalario de Madrid.

Insultos, vejaciones, agresiones fisicas…

El Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Illescas se hizo cargo de la investigación de estos graves hechos y comprobó que el acoso contra este menor era cometido por dos compañeros, de ambos sexos. Este hostigamiento ocurría principalmente en el ámbito escolar, con insultos, vejaciones y amenazas, incluso agresiones físicas, pero continuaba fuera de este ámbito a través de las redes sociales.


Como resultado de esta investigación, el pasado lunes, la Guardia Civil detuvo a estos dos menores por un delito de acoso contra la libertad, considerado como “bullying”, por lo que fueron puestos a disposición de la Fiscalía de Menores de Toledo.

Acoso escolar, de broma a delito

El “bullying” se define como la situación en que uno o varios alumnos insultan, amenazan, golpean, roban, etc… a otro u otros compañeros de forma reiterada en el tiempo y que tiene lugar en los centros docentes. Cuando este comportamiento se realiza utilizando las redes sociales, se denomina “ciberbullying”. Este acoso se convierte en hecho delictivo, dejando de ser una broma de mal gusto, cuando este comportamiento se hace repetidamente.

La Guardia Civil quiere recordar que en estos actos intervienen tres grupos de personas, los agresores, las víctimas y los espectadores. Estos últimos presencian estos hechos deleznables y por su actitud no los impiden, convirtiéndose en coautores del delito, teniendo la obligación de denunciarlos.

Es fundamental que el entorno escolar y familiar detecte a tiempo este tipo de situaciones, tanto para dar protección a la víctima como para corregir el comportamiento de los posibles agresores, pudiendo evitar consecuencias muy dolorosas.

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