Tenían el turno de noche y seguro que esa madrugada no la olvidarán en toda su vida. Porque cuando recibieron el aviso del 112 a través de su central, tanto Miguel Ángel Ferrer como José Bautista, policías locales de Toledo, se fueron raudos y veloces hasta la calle Lavanda, en el barrio de Azucaica de la capital regional, donde se encontraron un panorama…
«Llegamos y vimos a varias personas en la calle, entre ellos a un niño que acababa de nacer. El padre había cortado el cordón umbilical (pinche aquí para conocer el testimonio de los padres, con quien ayer habló encastillalamancha.es) y al recién nacido le tenía una hermana de la madre arropado y en brazos. Entonces nos dispusimos…».
Quien habla con este periódico es Miguel Ángel Ferrer, quien se dispuso a utilizar su experiencia como padre para recibir al segundo de los gemelos, que estaba también a punto de nacer, «iba a aplicar lo que me habían enseñado a mí, por lo que me puse los guantes de látex y…».
Justo en ese momento llegaron los servicios sanitarios, dos UVI móviles. Una se encargó del gemelo que había nacido prácticamente ante la sorpresa de sus propios padres y otra se ocupó de la madre, quien todavía llevaba al segundo gemelo dentro de su cuerpo.
EL PRIMERO LLEGÓ JUSTO CUANDO LA MADRE SE SENTÓ EN EL COCHE PARA IR AL HOSPITAL
Recuerden, porque se lo contábamos ayer, que Noemí y Pablo se disponían a las cinco y media de la madrugada a coger el coche para ir al hospital Virgen de la Salud, en Toledo, porque ella notaba que estaba a punto. Pero no les dio tiempo a llegar.
Porque cuando ella se sentó en el asiento del copiloto vio cómo el primero de los gemelos asomaba la cabeza y se disponía a nacer. Fue entonces cuando su padre bajó y cogió al niño en brazos. Los vecinos rápidamente se dispusieron a ayudar, justo cuando llegaron los dos agentes de la Policía Local y minutos antes de que los sanitarios se hicieran cargo de la situación.