Las 1.500 personas que ayer abarrotaron el Palacio de Congresos de Toledo convirtieron el acto de celebración del segundo aniversario del PP en el Gobierno de Castilla-La Mancha en un acto de aclamación a María Dolores de Cospedal, que tengo para mí que por momentos emocionó a la presidenta.
Como si antes de entrar no hubieran vivido dos años de recortes, protestas y penurias económicas y políticas, los «populares» castellano-manchegos no quisieron saber ayer nada más que lo que habían ido a hacer, que estaban en el Gobierno
Militantes, simpatizantes, cargos públicos y orgánicos e intervinientes, se entregaron a un ritual de euforia, incienso a la presidenta y críticas a los socialistas que se prolongó durante una hora. La presidenta respondió durante la segunda hora asegurando que el PP no s un paréntesis, que no están en el Gobierno por casualidad, que el PSOE ni está ni se le espera y que ella ya ha visto que hay luz al final del túnel. «Yo ya sé que hay luz al final del túnel», dijo entre el fervor de los asistentes.
Si el PSOE mandó algún espía ayer al recinto, volvió con malas noticias. Pese a todo, la militancia popular está en forma y, por lo visto ayer, le queda fondo para rato.
Fletada por el secretario general del PP en CLM, Vicente Tirado, y por su esposo, Ignacio López del Hierro, dos constantes en su vida política, Cospedal no paraba de sonreír, asentir y dar las gracias a sus presidentes provinciales y alcaldes de capital y Talavera, que fueron los intervinientes, junto a la presidenta regional de Nuevas Generaciones, Cristina Molina.
Uno tras otro los cinco presidentes provinciales empezando con Arturo García-Tizón, seguido por Paco Núñez, Carlos Cotillas, Benjamín Prieto y Ana Guarinos fueron echando incienso a la presidenta y leña al fuego de la pira política de los socialistas, a quien todos exigieron que pidan perdón por la «ruina» en la que se encontraron la Junta y muchas otras administraciones locales. Luego vinieron Antonio Román, el más sobrio y que reclamó para Guadalajara la coautoría de la victoria electoral, Carmen Bayod, Gonzalo Lago y Rosa Romero, los alcaldes emblemáticos del PP en la región. «También ganamos en Talavera», protestó Lago a Román.
El PP está en forma como organización; de eso no cabe duda. Y el liderazgo que Cospedal ejerce sobre los suyos en CLM no es que se haya consolidado, es que no ha parado de crecer.
Ayer Bárcenas no existía ni en los discursos ni en el ambiente. Ni los recortes. Ni nada que pudiera enturbiar la celebración.
La realidad no vuelve hasta el lunes.
Ya es lunes.