Pepe Rodríguez Rey, jurado del programa MasterChef español que anoche emitió la final de su primera edición, ha destacado que el programa ha logrado que «la alta cocina se acerque al pueblo» y ha hecho que los «grandes» de la cocina demuestren que la cocina tiene en común «pasión».
En una entrevista hoy con Efe, este cocinero toledano copropietario junto a su hermano Diego del restaurante El Bohío, de Illescas (una estrella Michelín) ha destacado que la profesión «debe estar orgullosa» porque «sale reforzada» con MasterChef.
«La alta cocina se ha acercado al pueblo. Se trataba de hacer un discurso llano, sencillo; que todo el mundo entienda que se pueda ir a un restaurante de alta cocina una vez al año, como se va al Santiago Bernabéu, porque cuesta lo mismo una entrada del Real Madrid que acercarse a uno de los grandes restaurantes del mundo, que están en España», ha subrayado.
Pepe Rodríguez Rey ha añadido que hasta ahora se tenía la sensación de que la alta cocina era «una elite» a la que no todos podían acceder, porque sus restaurantes eran «carísimos». Esto, en su opinión, es algo que el concurso ha conseguido cambiar.
«Los grandes de la cocina se han acercado a todos los hogares y han demostrado, con cuatro pinceladas que nos han dado, que la cocina por muy moderna, muy tradicional o muy tal que sea, lo que tiene en común es la pasión, el gusto por cocinar, por comer», ha indicado.
También explica que en este momento de crisis en todo el país, también en la hostelería, el programa ha logrado trasladar que la cocina es «algo más» que sentarse a comer cada día, es un «aporte» cultural y social «sano» donde se unen pasión y gusto.
Este cocinero, que ha sido una de las grandes revelaciones del programa, confiesa que no se ha «parado» a hacer un balance de su paso por ‘MasterChef’ aunque tiene claro que ha sido «de lo más bonito que he hecho en la vida, o que haré».
Defiende el equipo que ha formado el jurado –Jordi Cruz, Samantha Vallejo-Nágera y él- porque cada uno ha aportado «lo suyo», y lamenta los comentarios que algunos críticos hicieron cuando comenzó el programa, antes de dar tiempo a que tuviera rodaje.
A Pepe Rodríguez le gustaría participar en una segunda edición del programa, y hacerlo junto a los mismos compañeros. No hay nada firmado, de momento, porque «las cosas de la tele llevan sus ritmos», afirma.
Ahora que el concurso ha terminado no tiene problema en decir quién era su concursante preferido: el valenciano José David, posiblemente el más polémico del programa, que se quedó a las puertas de una final en la que compitieron Fabián, Eva y Juan Manuel, que se ha convertido en el primer ‘MasterChef’ español.
«Siempre lo fue José David, es el que más argumentos gastronómicos tenía», asegura Pepe Rodríguez, aunque solamente con eso no podía ganar. Este joven tenía «más capacidad que los demás» pero en el programa no evolucionó como otros, ha añadido.
Uno de los aspectos que más ha llamado la atención de Pepe Rodríguez son las miles de personas «enganchadas» a un programa «noble y sano», muchos de ellos niños.
«Me pregunto qué han visto (en el programa) los niños de seis años que entran en el restaurante locos por conocerme, qué habrá en su cabecita, qué les habremos dado para que les guste. Ni te imaginas la de niños», asegura Rodríguez.
La final de esta primera edición española de ‘MasterChef’ ha sido vista por 5,5 millones de espectadores y ha tenido una cuota media de pantalla del 33,1 por ciento, con un pico de 6,6 millones de seguidores y un 47,6 por ciento de cuota cuando Juan Manuel se proclamó ganador.
Aunque Pepe Rodríguez defiende que el programa hubiera sido «igual de bueno» aunque no hubiera funcionado en las audiencias.
¿Una receta fresca y con rock and roll (como ha venido diciendo durante todo el programa Jordi Cruz) en estos días de calor?: «cualquier zumo, cualquier fruta, cualquier verdura licuada, tipo gazpacho de cerezas, gazpacho de melón, gazpacho de toda la vida…, es lo que mejor nos sienta ahora, lo más sano y lo más saludable».