El consejero de Sanidad del Gobierno de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, ha avisado de que la región debería llegar a los días previos a Semana Santa con parámetros epidemiológicos mejores que los de mediados de diciembre para plantearse mantener abiertas las fronteras autonómicas de cara a ese periodo vacacional.
En una entrevista, Fernández Sanz ha indicado que en todo caso aún restan semanas para analizar esa decisión, tras lo que ha apelado a la «responsabilidad de los ciudadanos» y a convencer a la «minoría» social que no respeta las normas para que empiecen a cumplir.
Aunque ha afirmado que es partidario de «no cerrar» las fronteras autonómicas, ha recordado que en Navidad se abrieron las puertas y una parte minoritaria de la sociedad «no fue solidaria» con la inmensa mayoría.
Además, ha apuntado que mientras comunidades vecinas presenten datos mucho peores que Castilla-La Mancha, se mantendrá «mucho cuidado» con las decisiones al respecto de la perimetración comunitaria.
«Tenemos que cuidar la movilidad. Soy partidario de no abrir hasta que no tengamos la seguridad de que en otras comunidades autónomas están igual que nosotros», ha señalado.
Ahora, tal y como ha recordado, el Consejo Interterritorial de Salud ha encargado a las comunidades autónomas un documento previo donde se reflejen propuestas de medidas a adoptar en Semana Santa.
Con este escenario, Fernández Sanz ha abogado por «aprender» de la experiencia de la pasada Navidad a la hora de tomar «decisiones y comportamientos parecidos» en cuanto a la perimetración territorial o los toques de queda.
Ahora el objetivo es llegar a Semana Santa «con los datos más adecuados» en parámetros como la incidencia acumulada, la ocupación hospitalaria o el índice de contagio, guarismos donde Castilla-La Mancha presenta buenos registros.
Partidario de la tutela nacional tras el estado de alarma
En otro orden de cosas, se ha mostrado partidario de que toda vez que el actual estado de alarma llegue a su fin el próximo 9 de mayo el Gobierno nacional mantenga la tutela en algunas decisiones, sugiriendo que ha de ser la autoridad estatal la que dé directrices a las comunidades autónomas en aspectos como los toques de queda o los cierres perimetrales.
Así, ha defendido que en todo caso la cogobernanza con las comunidades autónomas desde el inicio de la desescalada «ha funcionado bien», pero hay decisiones «que comprometen al país» en las que prefiere que sea el Gobierno de Pedro Sánchez «quien pilote» a la hora de implementar normativa, si bien las autonomías tendrán que seguir haciendo «lo que les corresponde».
«Me sentiría más cómodo con un Gobierno tutelando las decisiones nacionales porque hay algunas actuaciones que tienen ensamble nacional», ha reiterado.