El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco, ha mostrado su preocupación por las condiciones en las que trabajan los jueces y magistrados tras el fallecimiento en Madrid el martes del magistrado Ángel Luis del Olmo Torres, que sufrió un infarto en los juzgados.
Rouco ha estado presente en el paro de cinco minutos que jueces y fiscales han realizado este mediodía a las puertas de la sede judicial de Albacete, en respuesta a la convocatoria de Jueces para la Democracia y Unión Progresista de Fiscales, a la que se han sumado otras asociaciones con representación en Albacete y la región.
Una veintena de profesionales de la Justicia han estado en la protesta, y han guardado un minuto de silencio.
El presidente del Tribunal Superior de Justicia ha explicado a los periodistas que ha comparecido «como magistrado y como compañero para solidarizarme por la muerte trágica» de Ángel Luis Olmo, y ha dicho que se suma a la «preocupación» mostrada desde el Tribunal Supremo por la relación de esta muerte con la alta carga de trabajo de los jueces.
Rouco ha respaldado la reivindicación de que «mejoren las condiciones de trabajo de todos los jueces», y ha dicho que los profesionales de Castilla-La Mancha «tienen mucho trabajo, muchas preocupaciones como consecuencia de su actividad laboral, que ha crecido mucho», y esa sobrecarga «se refleja en su salud personal».
El presidente del Tribunal Superior de Justicia en la región ha subrayado que esta preocupación «la tenemos todos los órganos de gobierno», y vienen demandando «que se tenga en cuenta estas especiales circunstancias para mejorarlas dentro de lo posible».
Por su parte, el portavoz de Jueces para la Democracia en la región, Antonio Nebot, también ha expresado el malestar de los jueces tras esta muerte, y ha dicho que «las condiciones de seguridad en el trabajo que tenemos son nulas», y tienen que sacar adelante «un trabajo abrumador».
Nebot ha asegurado que en la sede del Tribunal Superior de Justicia «no hay absolutamente nada, sólo un médico que viene a firmarnos las recetas» y mientras «el trabajo entra a raudales».
El portavoz de la asociación progresista ha subrayado que vienen demandando más personal, porque «yo vine a esta Audiencia de Albacete en 1992 y seguimos siendo seis magistrados, los mismos, cuando el trabajo se ha cuatriplicado».