El antiguo Casino de Ciudad Real acoge una exposición fotográfica que recorre los 40 años de acción humanitaria de Médicos sin Fronteras, así como los principios que han guiado su trabajo durante las últimas décadas.
Esta muestra, que podrá visitarse hasta el próximo 25 de julio, repasa la historia de esta organización no gubernamental, que surgió en 1971 de la mano de un grupo de médicos y periodistas, frustrados porque el mandato de la organización en la que trabajaban les impedía prestar testimonio sobre el genocidio de los ibo en Biafra (Nigeria, 1968).
La exposición pone especial relevancia en el interés de Médicos sin Fronteras de defender una acción médica independiente de intereses políticos o económicos, que acude allí donde las poblaciones víctimas de situaciones de emergencia lo requirieran para prestar asistencia y testimonio.
En la inauguración de la exposición, los representantes de Médicos sin Fronteras han destacado que actualmente es una de las principales organizaciones humanitarias independientes del mundo.
Sin embargo, han lamentado que tienen «poco que celebrar» a pesar del tiempo transcurrido desde su creación, ya que las crisis a las que responde en la actualidad «recuerdan mucho a las primeras emergencias en las que la organización intervino hace 40 años».
El objetivo, han indicado, «ha sido siempre el mismo, preservar la vida, aliviar el sufrimiento y restablecer la dignidad de las personas en períodos en los que su supervivencia está amenazada, trabajando desde principios como la independencia, la neutralidad, la no discriminación, y convicciones como el profesionalismo, la innovación y la transparencia».
La exposición consta de 30 fotografías, que abarcan la historia de la organización dando asistencia a poblaciones en situación precaria y víctimas de conflictos armados, desplazamientos forzados, enfermedades endémicas y epidémicas, catástrofes naturales, violencia social y exclusión de la atención sanitaria, en los cinco continentes.