El consejero de Educación, Marcial Marín, ha destacado que el Plan de Acción para el Empleo Juvenil, puesto marcha en coordinación con la Consejería de Empleo y Economía, servirá para combatir el desempleo juvenil y para reducir la «alarmante» tasa de abandono escolar temprano de la región.
Marcial Marín, que ha visitado hoy el colegio Duque de Alba de la localidad albaceteña de Almansa, ha señalado que una de las acciones formativas que incluye el Plan de Acción para el Empleo Juvenil consiste en mejorar la cualificación profesional de los desempleados de entre 18 y 24 años, informa el Gobierno regional.
El consejero ha explicado que «para incentivar la permanencia en el sistema educativo», el alumnado que haya obtenido el título de graduado en Educación Secundaria Obligatoria, en Formación Profesional o en Bachillerato tendrá derecho a una compensación económica de 1.000 euros.
En total, serán 8.000 los alumnos que podrán beneficiarse de este Plan de Acción para el Empleo Juvenil: 6.500 de Educación Secundaria Obligatoria, 1.000 de Formación Profesional y 500 de Bachillerato.
Para financiar esta iniciativa el Gobierno regional ha destinado más de 15 millones de euros, lo que, a juicio del consejero, «demuestra que toda la acción del Ejecutivo castellano-manchego está dirigida a resolver el principal problema que nos demandan los ciudadanos, que es la creación de empleo».
El consejero, acompañado por el presidente de la Diputación de Albacete y alcalde de Almansa, Francisco Núñez, ha visitado las instalaciones del colegio Duque de Alba, donde ha avanzado que el próximo curso académico 2013/2014 será sede del Centro de Educación para adultos Castillo de Almansa.
En este sentido, Marín ha afirmado que «el Gobierno quiere dignificar la educación de los alumnos de Almansa y del resto de la comarca y por ello, se ha invertido 28.000 euros para mejorar ocho aulas en el Duque de Alba».
Marcial Marín ha destacado la labor que se desarrolla en los centros que imparten educación para adultos, ya que dan acceso a una enseñanza adaptada a las características propias de una persona adulta, haciendo compatible la vida familiar y laboral.