Que hable ante el juez, diga todo lo que tiene que decir, que parece ser que es mucho, y a partir de ese momento su calvario mitigará y el de otros pues… Depende de las pruebas que presente. Pero ya lo dijo Arantxa Quiroga, presidenta del PP vasco, hace apenas dos semanas delante del todopoderoso Mariano Rajoy. Poco menos que mientras a algunos les temblaban las piernas y acudían a entierros de las víctimas del terrorismo, otros (poco más o menos también) parece que se lo llevaban bien fresquito.
Por eso algunos en el partido rilan, otros desean que el apestado Bárcenas entone la canción porque saben mejor que nadie que con ellos no va el asunto y desean que la agonía del PP finalice y el resto, mientras, están a la luna de Valencia, a que me digan lo que tengo que decir delante de los periodistas porque ni siquiera saben a qué atenerse ante el guirigay que hay montado.
Porque no sirve con amagar si al final no das. De todo los nombres que salieron en los famosos papeles del extesorero sólo uno de los relevantes fue al Juzgado, el de Toledo, y presentó la correspondiente querella. Fue la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, a quien supuestamente Rajoy (ya lo contó Casimiro García Abadillo en El Mundo al principio de los tiempos, cuando Bárcenas no se había enquistado en nuestras vidas) ordenó acabar con las prácticas de los sobresueldos desde el mismo momento en el que ocupó su puesto de secretaria general del PP porque, oiga, no hay Dios, ni divino ni humano, que aguante esto. Y se puso manos a la obra…
De ahí, al menos eso dicen los que entienden, que viene el odio del ahora preso más famoso de España contra ella. Y de algunos más de su propio partido que pudieron ver cómo se acababa…
Y ahora viene Pedro J. e igual que Delibes se pasó cinco horas con Mario pues él ha estado cuatro con Bárcenas. Y nos cuenta en su carta dominical el episodio de los 200.000 euros que supuestamente tuvo que pagar el adjudicatario de una empresa para hacerse un hueco durante 10 años más cuatro prorrogables en la ciudad de Toledo a través de una contrata pública a razón de 6,1 millones de euros por ejercicio. En este caso de Limpieza, como desveló horas después encastillalamancha.es.
Contrato que se firmó en enero de 2007 y que comenzó a ejecutarse dos meses más tarde, en marzo. Cuando era alcalde el «popular» José Manuel Molina. Jugosa comisión, si hubiera existido, porque es algo que también habrá que demostrarse en sede judicial, y que si así fuera entonces habrá que determinar cómo y quién la gestionó, cómo y quién la cobró.
Arde la cárcel, arde la calle…
cesardelrio@encastillalamancha.es