Antes, hace años, cuando los políticos se iban de veraneo y escaseaban las noticias importantes, los periódicos publicaban algunas informaciones que eran sorprendentes o totalmente inverosímiles, porque así intentaban mantener enganchados a sus lectores: o bien reaparecía el famoso monstruo del lago Ness en Escocia y alguien aseguraba «con toda certeza» que lo había visto, o en algún país lejano una mujer había alumbrado un bebé con dos cabezas, o un conductor se había visto deslumbrado por la intensísima luz de un ovni cuando iba al volante de su coche de noche… Cada una de esas noticias era lo que entonces se llamaba una serpiente de verano.
Ahora no se ven en los periódicos esas serpientes de verano, salvo alguna excepción, sencillamente porque no son necesarias: la actual realidad española es tan sorprendente y tan llena de escándalos que, a veces, hasta supera a la imaginación. ¿Alguien podía imaginar, por ejemplo, que la persona que controlaba los dineros del PP tenía 48 millones de euros en cuentas ocultas en bancos de Suiza y defraudaba a la Hacienda Pública española al mismo tiempo que quizá defendía desde su escaño en el Senado que era necesario adoptar medidas contra el fraude fiscal?
No olvidemos que Luis Bárcenas, además de tesorero del PP era senador. ¿Acaso a algún dirigente de ese partido se le pasó por la cabeza que este hombre quizá iba anotando con todo detalle en un cuaderno el dinero que mensualmente daba el partido a sus dirigentes -sin dudar de que fuera legal y de que ellos pagaran los correspondientes impuestos-, para compensar con un sobresueldo su dedicación al partido, y guardaría las notas durante años y años, incluso más de lo exigido legalmente? Probablemente ninguno lo pensó, con lo que ahora se ve que la realidad ha superado incluso a la imaginación. Entonces, ¿para qué publicar serpientes de verano si las noticias reales dan más que de sobra para llenar páginas y espacios informativos de todo tipo?
DE LA DESLEALTAD A LA CODICIA
Lamentablemente para los ciudadanos y para el desprestigio de la clase política -es injusto, porque la mayoría de los políticos no son unos corruptos y hacen su trabajo por convicción y correctamente, pero ahora no se puede hablar de su prestigio-, el «caso Bárcenas» y todo lo que hay alrededor no es una serpiente de verano sino una realidad brutal por increíble que demuestra, con independencia de la sentencia que en su día dicten los jueces, hasta dónde puede llegar la deslealtad, la falta de principios y la codicia humanas.
El que fue tesorero del PP durante muchos años ha contado al director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, que Mariano Rajoy cobró sobresueldos de su partido mientras era ministro -algo que prohibía la ley-; que otros miembros del Gobierno y dirigentes del PP también los percibían; que ese partido se ha financiado ilegalmente durante al menos dos décadas con donaciones millonarias que entregaban grandes empresas a cambio de que les adjudicaran importantes contratos; que María Dolores de Cospedal ordenó pedir 200.000 euros a una de esas empresas para financiar al partido en su comunidad autónoma, a cambio de adjudicarla por 10 años el servicio de limpieza de la ciudad de Toledo en 2007, cuando el alcalde era del PP…
UN IMPUTADO NADA CREÍBLE
Bárcenas ha vuelto a hablar, no en el juzgado sino ante un periodista, y ha vuelto a armar la marimorena. Pero su problema, uno de los muchos que le atenazan ahora, es que no tiene ninguna credibilidad después de haber dicho una cosa, la contraria y hasta una tercera distinta. El juez Pablo Ruz, como se esperaba, le ha citado para que declare como imputado el lunes próximo y también ha llamado a declarar como testigo, el jueves 11 de julio, al director de El Mundo. Habrá que esperar a ver qué dice el imputado y a ver si el conocidísimo periodista tiene algo más que contar como testigo que lo que ya ha publicado en el diario que dirige.
En el Gobierno y en el Partido Popular han salido en tromba a defender tanto al presidente Mariano Rajoy como la legalidad de las cuentas del PP. La número dos del partido y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha dicho que todo lo que cuenta Bárcenas es falso y también ha negado rotundamente las acusaciones referidas a Toledo. Mientras tanto, el presidente del Gobierno, fiel a su estilo, sigue apagado, en «off», y no ha dicho nada al respecto. Es lógico que sus compañeros en el Gobierno y en el partido le defiendan a capa y espada, pero también sería lógico, y es un clamor, que él decidiera comparecer en el Congreso de los Diputados para dar todas las explicaciones que le pidan sus señorías. No basta con que la secretaria general presuma de que su partido es el más transparente, la ciudadanía necesita explicaciones del presidente. Si no lo hace, seguirá sobrevolando la duda de que algo ilegal puede existir en la financiación del PP, porque ya se sabe eso de que cuando el río suena…
AGUIRRE REVUELVE EL PP
Quien no ha tenido ningún inconveniente en hablar, sino que lo ha hecho calculando milímetricamente la oportunidad y el efecto de sus palabras, como hace cada cierto tiempo, ha sido Esperanza Aguirre. La ex presidenta de la Comunidad de Madrid se fue sin irse hace 10 meses, cuando dimitió de ese cargo y de su escaño de diputada en la Asamblea regional pero decidió continuar como presidenta del partido de esa región, y de vez en cuando sale a la palestra de los medios de comunicación con algún aldabonazo que siempre levanta polvareda.
Esperanza Aguirre ha hablado, ha dicho que si ha habido «irregularidades» en la financiación del PP, como sostiene Bárcenas, el partido debe «reconocerlas» y no «mirar hacia otro lado» y ha hecho saltar la polémica. Varios dirigentes nacionales de los populares han reaccionado a esas afirmaciones diciendo que quizá se refiere al partido que ella dirige en Madrid. Y es que cuando todos en el PP tratan de alejar al partido del «caso Bárcenas» y el presidente ni mienta ese nombre, que una dirigente tan conocida como ella haga esas afirmaciones los deja a todos descolocados y, por qué no decirlo, muy cabreados.
Aunque en el partido lo niegan, lo cierto es que a los dirigentes del PP no les llega la camisa al cuello. La incertidumbre de no saber los documentos que guarda Bárcenas, y el uso que está dispuesto a hacer de ellos para defenderse -él sabrá por qué ha elegido esta estrategia de defensa, que de momento le ha hecho perder a los dos abogados que le defendían-, tiene a algunos de los nervios. Para calmarles, sería una buena medicina que Rajoy aceptara las peticiones del PSOE, IU y otros partidos y compareciera en el Congreso. Pero ya se sabe que el presidente, cuando algo le incomoda, prefiere mantenerse en silencio y esperar a ver si la tormenta escampa con el paso del tiempo. Decisión errónea.
Y EN CASTILLA-LA MANCHA…
Ha dicho el Ministerio de Educación, no el PSOE u otro partido de la oposición, que en el curso escolar 2012-2013 han trabajado en Castilla-La Mancha 31.284 profesores en enseñanzas generales no universitarias, lo que supone 3.597 menos que en el curso anterior. Precisando: 3.514 menos en la escuela pública y 83 menos en la privada.
Es una mala noticia, que el Gobierno regional tratará de justificar y que la oposición intentará aprovechar en su beneficio. Hay que repetir, una vez más, que con las cosas de comer no se juega. Y la Educación es tan seria y tan necesaria como el comer, por lo que debería ser una materia en la que alcanzar acuerdos fuera la única manera de funcionar. De ilusión también se vive…