El Ayuntamiento de Guadalajara ha puesto en marcha una campaña de limpieza para eliminar los chicles adheridos al pavimento, «uno de los principales problemas de limpieza que afean la ciudad», según el alcalde, Antonio Román.
Román ha presentado esta campaña «de choque» que va a actuar en 50.000 metros cuadrados de la ciudad y luego se mantendrá como una tarea más del servicio de limpieza de la empresa Cespa.
Para retirar los chicles, «que dejan unas manchas de difícil tratamiento y costosas de eliminar», la empresa ha adquirido dos máquinas específicas para estos residuos que pueden retirar 1.000 chicles a la hora.
Según ha explicado el alcalde, el sistema es el doble de eficiente que el resto de alternativas y gracias a una combinación de vapor, presión y calor puede eliminar un chicle en solo tres segundos.
Román ha hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana y ha pedido a los consumidores de chicles que no los tiren al suelo sino que los depositen en papeleras envueltos en «un papel o plástico» para evitar que este «molesto residuo» abunde en las calles.