La vicepresidenta cuarta del Gobierno central y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha resaltado que en cuanto al tema del agua del Tajo, se deben atender las cuestiones de la calidad y la cantidad de la misma «con el máximo interés», y ha defendido que el río tiene que servir para satisfacer necesidades «aguas abajo», priorizando los intereses «humanos, ecológicos y económicos, por ese orden».
En una conferencia de prensa en Horcajo de los Montes (Ciudad Real), donde ha recorrido el centro de recepción de visitantes del parque nacional de Cabañeros, la vicepresidenta cuarta ha sido preguntada por las críticas ante la cantidad de agua que está pendiente de trasvasar del Tajo al Segura, toda vez que las derivaciones llevan paradas seis meses por unas obras en un embalse intermedio, aunque el trasvase ya está de nuevo en funcionamiento.
Ribera ha reconocido que el trasvase Tajo-Segura es «una cuestión históricamente sensible, que se debe gestionar con cuidado» y ha recordado que incluso algunos embalses de la cabecera del Tajo se construyeron expresamente para atender al trasvase.
Equilibrio para no poner en riesgo un «bien público»
La ministra para la Transición Ecológica ha abogado por buscar el equilibrio para no poner en riesgo el «bien público ambiental, que es el agua» y, al tiempo «satisfacer necesidades humanas, ecológicas y económicas, por este orden, aguas abajo».
En este punto, ha señalado que el Gobierno central ha solicitado al Consejo Nacional del Agua una propuesta para cambiar los umbrales del trasvase, que permitirán que se acumule más agua en los embalses de cabecera y reducirá el agua trasvasable en cada uno de los umbrales.
«No basta» con los cambios de las reglas de trasvase
«Este cambio en las reglas es una primera modificación importante, que no basta«, ha admitido la ministra, que ha subrayado que la definición de los caudales ecológicos en la cuenca del Tajo es una cuestión importante para la gestión del río, y además, ha señalado que en la cuenca del Sureste requieren inversiones adicionales para poder obtener recursos hídricos mediante la reutilización y la desalación.
Por otro lado, ha apuntado en Toledo se producen episodios que «nada tienen que ver con el trasvase, sino que tiene que ver con la depuración en grandes áreas metropolitanas», aguas arriba.
Por ello, ha señalado que «no siempre es un problema de cantidad, sino de calidad» y ha pedido atender estas dos variables «con el máximo interés».
40 millones de inversión en la cabecera
Asimismo, ha recordado que se va a realizar una inversión de 40 millones de euros en el entorno de los pueblos de cabecera del Tajo para mejorar el abastecimiento de agua, pues ha lamentado que estos municipios «veían con frustración, en momentos duros de verano» que había que recurrir «con excesiva frecuencia» a camiones cisterna para el abastecimiento de la población.
Por su parte, el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha celebrado la sintonía en la que trabajan las dos administraciones -central y autonómica- en cuanto al tema del trasvase Tajo-Segura y ha celebrado que se va «por el buen camino».
«Cabe recordar lo que queda por hacer y poner de manifiesto lo mucho que se está haciendo, que es desandar lo que se hizo en la legislatura anterior», ha comentado García-Page, en alusión al memorándum que regula el trasvase.
Asimismo, ha apuntado la necesidad de poner fin al trasvase mediante un acuerdo político «antes de que lo haga la naturaleza» y ha reivindicado: «Cuando decimos que el agua es de todos, es que también es nuestra».