La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, considera que la gestión que se ha hecho de la sanidad regional en estos dos años se ha traducido en «ahorros muy importantes» que permitirán no aplicar la gestión público-privada en los hospitales de la comunidad autónoma en esta Legislatura.
Cospedal, en una entrevista con la Agencia Efe, explica así los motivos por los que no se va a introducir la gestión público-privada en los centros hospitalarios de Almansa, Villarrobledo, Tomelloso y Manzanares como estaba previsto dentro del Plan de Garantías de los Servicios Sociales Básicos que presentó en septiembre de 2011.
La presidenta castellanomanchega plantea que, en los dos años de gobierno del PP, «la gestión ha sido eficaz y se han hecho muchas cosas y muchas cosas bien» y eso ha permitido «ahorros muy importantes».
«Hemos visto que el modelo de gestión que tenemos es un modelo que ha valido para realizar ahorros importantes en la gestión y, por lo tanto, no nos vamos a plantear nada más», sostiene Cospedal.
La presidenta regional recuerda que la sanidad castellanomanchega tenía 5.000 millones de deuda sanitaria cuando el PP llegó al Gobierno, lo que ha obligado a realizar «una presión y un estrés muy importante» sobre el sistema sanitario, pero la mejora ha sido «tan importante» que no es necesario someterlo ya «a más situación de estrés».
«Bastante han hecho ya los profesionales sanitarios y los ciudadanos», añade Cospedal, quien no obstante critica la «demagogia» que existe sobre este asunto, cuando «los sistemas de colaboración público-privados no significan privatizar los servicios públicos».
Cita el ejemplo de los servicios sociales, de la atención a la dependencia o de las residencias de la tercera edad, que en Castilla-La Mancha, desde los tiempos del PSOE, se prestan en un sistema de concierto y de colaboración público-privada «en virtud de la cual la Junta paga plazas y realiza unos conciertos con entidades privadas, muchas de ellas sin ánimo de lucro».
«Nunca he oído decir aquí que los servicios sociales fueran privados», insiste la presidenta castellanomanchega, quien recuerda que ese es «un modelo heredado del PSOE» y recalca: «Lo que no se puede es mentir a la ciudadanía y hacer demagogia con cosas que ya se sabe que funcionan».
En la entrevista, Cospedal afirma que el reto que ha conseguido su Gobierno y que va a consolidar en el próximo presupuesto es el de garantizar unos servicios públicos sostenibles, cuando hace dos años esos servicios «estaban al borde del crack».
La presidenta regional deja claro, no obstante, que en los próximos presupuestos el Gobierno no se puede permitir «ninguna alegría» ni revertir las medidas que tomó para reducir el déficit del 7,8 % al 1,5 % y al tiempo mantener una sanidad y una educación públicas.
Cospedal recuerda que este año habrá que reducir de nuevo el déficit al 1,2 o al 1,3%, según decida el Ministerio de Hacienda, y que el objetivo en cuatro o cinco años es llegar al equilibrio presupuestario.
Además, apunta que la Junta quiere pagar este año toda la deuda que mantiene -«mucha anterior» a su llegada al Gobierno- con los ayuntamientos, que también prestan servicios a los ciudadanos.
«¿Usted se imagina que nos podemos permitir alguna alegría? No. Eso es muy fácil de explicar», expone Cospedal, quien además opina que los ciudadanos no quieren eso, sino que quieren «unos servicios públicos sostenibles y que no estén temblando porque esto de pronto haga crack».
Lo que se puede hacer, añade, es «una gestión muy eficaz, muy de día a día y también muy austera y muy sobria», que permita ahorros, como los 18 millones de euros que este año no se van a destinar a pagar intereses de deuda y que permitirán hacer un plan contra las listas de espera sanitaria.
Cospedal confía en que las negociaciones que el Gobierno mantiene con los grupos parlamentarios del PSOE y del PP sobre los presupuestos fructifiquen en un acuerdo, pues «sería muy importante» al tratarse del presupuesto «para empezar a salir de esta época de recesión».
También desea un acuerdo con el PSOE en materia de empleo, pero para hacer planes de empleo «que sean estructurales, no coyunturales», que permitan crear empleo a medio y largo plazo y no para un mes o dos.