27-31: El Incarlopsa Cuenca acudía al David Santamaría para disputar el derbi castellano-manchego contra el Quabit Guadalajara. Tras la victoria el sábado frente a Ademar León, los de Reñones llegaban con la moral por las nubes y muchas ganas de llevarse dos puntos que, en esta ocasión, valían mucho más que una victoria frente al eterno rival.
Derrota del Quabit Guadalajara
El club guadalajareño entregó al alcalde, Alberto Rojo, una camiseta en señal de agradecimiento por la inmensa colaboración prestada por parte del Ayuntamiento de Guadalajara que siempre ha estado del lado del deporte de la capital y por supuesto, al lado del club que disputaba el derbi frente al rival castellano-manchego.
Con las gradas del Santamaría ocupadas también por 146 afortunados que consiguieron entrada, ambos conjuntos se plantaban sobre la pista azul. Reñones planteaba un siete inicial muy parecido al que se vio el sábado frente a León y que tan buenos resultados cosechó, compuesto por Jota Hombrados bajo palos, acompañado de Savini, como novedad Jaime Gallardo, Mouriño, Javi Rodríguez, Arthur Pereira y Dariel García.
Un Quabit muy concentrado
El partido arrancaba con un Quabit muy concentrado pero con los conquenses abriendo el marcador con gol de Pizarro que en unos instantes igualaba el Quabit por mano del italiano que cumplía 23 años, Jack Savini. Sobre la pista se palpaba claramente el momento que atravesaban ambos equipos. Los alcarreños luchando cada balón, con dureza y concentración y los conquenses tímidamente probando con lanzamientos desde los nueve metros que se encontraban siempre con las manos de Jota Hombrados. Con esta buena dinámica para el Quabit, los de Reñones conseguían alcanzar el minuto 10:00 de la primera parte con un favorable y cómodo 6-2 en el luminoso del Santamaría.
Los de Lidio Jiménez no habían ido a pasearse, pero durante la mayor parte del primer tiempo, parecía que tampoco iban a presionar para llevarse los puntos y era algo que el Quabit intentaba aprovechar, debido a la peligrosa situación en la que se encontraba. Los morados presionaban duramente en defensa, lo que dejaba a los conquenses solo con opciones de atacar a través de su lanzamiento exterior de la mano de Bulzamini o Simonet y los de Reñones penetraban duramente la defensa conquense con Savini o Mouriño revolviéndose al borde del área o con Jorge Romanillos marcando a la media vuelta.
Por los mismos derroteros
Llegada la mitad de la primera parte, el partido seguía por los mismos derroteros con un marcador de 8-5 y si no era mayor era por los errores en el lanzamiento del Quabit, más que por los méritos de los conquenses. Pero cuando se acercaba el final de la primera parte, los hombres de Lidio se ponían las pilas y conseguían por primera vez el empate 9-9 aprovechando cada error del Quabit al contraataque e incluso un penalty en el minuto 21:31 que Dariel García lanzaba fuera de los cuatro palos y que conducía a que en el minuto 22:22 Cuenca se pusiera por delante en el marcador 9-10 con un gol de Simonet.
El partido se iba encendiendo y con un 10-11 en el marcador, Lidio Jiménez detenía el crono por primera vez para intentar desatascar a los suyos que se seguían enredando en la férrea defensa del Quabit, mientras los de Reñones seguían haciendo su trabajo lentamente, con bonitos detalles como un robo de balón de Santi Simón que alcanzaba a Jorge Romanillos, quien se revolvía como un jabato para acabar marcando un gol que permitía al Quabit seguir enganchado al partido.
Un espejismo
Pero todo esto se convirtió rápidamente en un espejismo, pues rondando el final de la primera parte, los conquenses encontraban su mayor ventaja en el marcador 11-14, de nuevo por demérito de los de Reñones más que por méritos propios y aunque el Quabit intentaba apretar justo antes del descanso, no podía recortar suficiente para llegar al empate y se iba al descanso con un marcador de 13-15 preparado para una guerra sin cuartel en la segunda parte.
Lo que los morados no se esperaban era la segunda parte que les tenían preparados los conquenses y es que, aunque arrancaba con el Quabit batiendo la portería de Samuel Ibáñez, sustituto de Leo Maciel por sanción en esta jornada, el Incarlopsa Cuenca se mostraba mucho más concentrado y con mucha más presión, como si hubiera tomado aire en el descanso o conciencia de que podía llevarse los puntos del Santamaría. Así en el minuto 36:22 aún mantenía ventaja 16-19 en el marcador, pero los de Reñones tenían suficiente actitud para dar la vuelta al marcador e iban a intentarlo hasta el último aliento, a pesar del intenso calor en el pabellón alcarreño y del cansancio acusado del partido del sábado frente a Ademar.
Un poco bronco
El partido se iba poniendo poco a poco bronco y con mucha más pinta de derbi que la primera parte y aunque tímidamente, el Quabit iba ganando terreno frente a los conquenses, no conseguía cerrar la brecha que les dividía de cuatro goles ya en el minuto 45:47 con un 21-25 en el luminoso del Santamaría, lo que obligaba a Reñones a detener el crono para evitar que creciera la renta de los de Lidio y para intentar conseguir alcanzar el objetivo primordial del partido que no era otra cosa que una victoria.
Tras esta arenga se conseguía una reacción de los alcarreños que se acercaban peligrosamente en el marcador 24-26 en el minuto 49:44 lo que obligaba en esta ocasión a Lidio a detener el crono y hacía a la afición morada soñar con que la victoria era posible y estaba en su mano animar hasta conseguirla. Todo quedó en agua de borrajas, pues a pesar del evidente y titánico esfuerzo de los jugadores morados, los de Cuenca pusieron su modo de juego más agresivo, como si hubieran cambiado de chip tras el descanso y durante la segunda parte su defensa parecía un muro imbatible y su ataque capitaneado por Moscariello no perdonaba ni un lanzamiento.
Se preveía un final durísimo
Se preveía un final durísimo en el Santamaría, con un Quabit peleando sin parar, ni bajar los brazos por llevarse al menos un punto del partido, que se les resistía en el minuto 57:05 cuando el portero conquense Ibáñez, soberbio durante todo el encuentro, detenía un duro lanzamiento de Jack Savini para dejar el marcador en 26-29. Fue entonces cuando Reñones solicitó un último tiempo muerto para intentar dar las últimas instrucciones a los suyos. Tras estas órdenes del técnico del Quabit, los morados apretaron en un sprint final, pero les fue imposible batir la portería del Incarlopsa y los conquenses terminaron llevándose el derbi con un 27-31.
Ficha técnica
27- Quait Guadalajara (13+14): Hombrados (Santamaría); Dariel García (2), Gallardo (2), Savini (1), Javi Rodríguez (1), Arthur (7) y Mouriño (3) -siete inicial-; Paredes (4), Román (1), Bodí (2), Romanillos (3), Korchi, Santi Simón (1), Marmesat y Tito Díaz.
31- Incarlopsa Cuenca (15+16): Samuel Ibáñez, Pablo Simonet (3), Moscariello (1), Bulzamini (4), Nacho Moya (1), Fede Pizarro (6) y Sergio López (2) -siete inicial-; Colo Vainstein, Doldán (4), Pérez de Inestrosa (1), Martín Noeda, Marcos Herráiz, Hugo López (4), Thiago Alves (5) y Carlos Fernández.
Parciales: 2-1, 6-3, 8-5, 9-8, 10-11, 13-15 (descanso). 15-19, 18-21, 21-24, 24-26, 25-29, 27-31 (final).
Árbitros: José Manuel Iniesta Castillo y Alberto García Rodríguez. Excluyeron dos minutos a Javi Rodríguez, Mouriño, Bodí y Dariel García por el Quabit Guadalajara, y a Moscariello, Thiago Alves y Fede Pizarro por el Incarlopsa Cuenca.
Incidencias: Partido aplazado correspondiente a la 30ª Jornada de la Liga Sacyr Asobal, disputado en el Municipal David Santamaría de Guadalajara, ante 146 espectadores, aforo restringido por motivos sanitarios.