A un año del cuadragésimo aniversario de nuestro Estatuto de Autonomía hemos atravesado (hemos sido atravesados sería más descriptivo) un año especialmente difícil. Son muchas las personas y organizaciones que han trabajado y siguen trabajando por los demás y que merecen todo el reconocimiento por su labor. Este 31 de mayo se reconocerá la labor de muchas de estas personas, nos sumamos a ello.
Han sido muchas las iniciativas y los recursos que se han puesto en marcha para sostener y paliar situaciones realmente difíciles para muchas personas. La soledad de tantos mayores, de personas sin familias ni recursos, la atención a tantos enfermos en la pandemia… Desde ACAMAFAN queremos reconocer a un actor protagonista, todas las familias que han sido, son y seguirán siendo el colchón y paraguas ante cualquier situación difícil.
Las familias, la grandes olvidadas
No debemos olvidar la labor silenciosa de las familias ante esta crisis sanitaria y económica. Son la motivación de los profesionales y el lugar de descanso después de un duro día de trabajo. Son y han sido el motivo para luchar en la enfermedad, escenas que nunca olvidaremos de profesionales de la medicina que usaban sus móviles o tabletas para conectar a las familias con sus seres queridos… Quedarán las imágenes de balcones llenos de padres, madres, hijos que han sido colegios, centros de trabajo, refugio emocional y un pequeño oasis ante lo que todos estábamos viviendo.
La familia ha sido esencial para que las personas superáramos esta crisis en todas sus manifestaciones, sin embargo, han sido y son las grandes olvidadas. Detrás de tantos profesionales siempre había una familia. Esa familia que durante largos meses no ha podido abrazar a sus seres más cercanos por diversas causas. Muchas han perdido seres queridos, trabajo, o han visto reducidos sus ingresos… pero han tenido el amor de unos por otros, han recuperado tiempo de estar juntos, han sido impulso, han sostenido a sus seres queridos agotados de trabajo y situaciones límites. Niños que han recuperado la cercanía de sus padres y padres que han recuperado a sus hijos. Familias que han cuidado sin descanso de sus niños o mayores, siempre en silencio. Apenas se ha pensado en ellas como unidad y en las dificultades han tenido que pasar.
Mención especial a las familias numerosas
Mencionar especialmente a las familias numerosas, donde la pandemia se ha vivido de otra manera, con sus dificultades, pero donde ser más ha hecho todo más fácil, especialmente sentirse amado, cuidado, hermanos que no se han sentido tan solos, papas y mamas cocinando con sus hijos, ratos inolvidables que quedaran para siempre en el recuerdo. Cuando hemos preguntamos a las familias que es los que más han valorado en tiempo de confinamiento la respuesta más oída ha sido la familia.
Soledad, desgaste emocional, no tener alguien a quién abrazar, con quién hablar, son otras pandemias que estaban ocultas. Las familias numerosas apenas las han sufrido. Ojalá nos sirva para valorar y apoyar el valor incalculable para toda la sociedad que son las familias con hijos.
Y hoy, 40 años después, recordamos que en nuestro estatuto no se nombra a la familia ni una sola vez. Que la Ley de las familias numerosas de Castilla-La Mancha y de la maternidad, tras más de 10 años de vida aún no ha visto la luz. Que los castellanomanchegos somos una familia que tiene cada vez menos niños (en el año 82 los menores de 14 años suponían el 23,45%. Hoy no llegan al 15%) y que esto es el camino más corto a la desaparición como región tanto política como económicamente.
Más apoyo
El apoyo a las familias con hijos es escaso y con unos criterios que no favorecen a las parejas jóvenes ejercer la libertad de tener los hijos deseados. La encuesta del INE sobre fecundidad rebela que tres de cada cuatro mujeres quieren tener al menos dos hijos. ¿Oiremos sus demandas? Espero que sí, nos va el futuro en ello. Feliz Día de Castilla-La Mancha.
Eduardo Galicia, presidente de la Asociación Castellanomanchega de Familias Numerosas (ACAMAFAN).