La presidenta electa de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha vuelto a demostrar que eso de hablar sin tener escrito lo que va a decir no se le da demasiado bien. Preguntarse, como ha hecho ella, si Felipe VI firmará los indultos a los independentistas catalanes que el Gobierno les va a conceder con toda probabilidad, significa que ha vuelto a meter la pata o, lo que sería más grave, que desconoce la función que tiene el rey en una monarquía parlamentaria como es España y el papel que le otorga la Constitución.
A las 11:30 horas del domingo 13 de junio, Pablo Casado salió de la sede nacional del PP en la madrileña calle Génova 13 para asistir a la manifestación convocada contra los polémicos indultos por la plataforma cívica Unión 78, promovida por la exsocialista y exlíder de UPyD Rosa Díez, el filósofo Fernando Savater y la expresidenta del PP vasco María San Gil. Le acompañaban Isabel Díaz Ayuso, el alcalde de Madrid y portavoz nacional del partido, José Luis Martínez-Almeida, y otros cargos del partido.
Pablo Casado no podía negarse a asistir, porque su partido está recogiendo firmas contra los indultos y sus seguidores no hubieran entendido que no acudiera; pero tampoco quería fotografiarse con los líderes de Vox y Ciudadanos, como hizo en 2019 en la famosa foto de Colón que solo benefició a Santiago Abascal. Por eso, decidieron que hiciera declaraciones a los periodistas en la puerta de Génova 13 antes de acudir a la concentración, siguiendo esa mala costumbre de algunos políticos de convocar a la prensa en la calle, rodeados de afiliados y simpatizantes que lo mismo aplauden las respuestas de su líder que abuchean e insultan a los periodistas cuando preguntan algo que no les gusta. Así ocurrió el 3 de junio en Ceuta, también con Casado.
Malestar en el PP por la mención de Díaz Ayuso al rey
Allí habló Díaz Ayuso, tras el alcalde, y provocó la polémica una vez más. ¿Y van..? Le bastó un minuto para salirse de la línea que ha marcado el PP, para implicar al rey en la polémica por los indultos, para provocar malestar en algunos sectores de su partido por esa mención al monarca y, además, para recibir las críticas del Gobierno y de otros políticos.
«¿Qué va a hacer el rey de España a partir de ahora? ¿Va a firmar los indultos? ¿Le van a hacer cómplice de eso?», se preguntó Díaz Ayuso. En su entorno la excusan diciendo que fue una pregunta retórica, pero el solo hecho de haber citado el nombre del rey en un asunto tan polémico como éste ha echado por tierra la intención que tenía Pablo Casado de asistir a esa concentración con un perfil bajo, para que no le relacionen con la ultraderecha de Vox.
El artículo primero de la Constitución establece que el Estado español es una monarquía parlamentaria. No hace falta ser Einstein para saber que a este sistema político se le aplica la famosa frase de «el rey reina, pero no gobierna», porque el Gobierno lo ejerce el presidente y el Consejo de Ministros, controlados por el Parlamento.
Cualquier persona con un mínimo interés en la vida política que haya consultado la Constitución sabe que entre las atribuciones que corresponden al monarca (artículo 62) figuran la de firmar las leyes que apruebe el Parlamento y todos los decretos que acuerde el Consejo de Ministros, y la de «ejercer el derecho de gracia con arreglo a la ley, que no podrá autorizar indultos generales». Por ello, el rey está obligado a firmar todo lo que le presente el Gobierno, incluidos los indultos.
Gobierno, PSOE, Ciudadanos, VOX y juristas critican a Díaz Ayuso
Varios ministros, algunos presidentes autonómicos, distintos juristas y dirigentes del PSOE, Ciudadanos y VOX han criticado esas palabras de la presidenta madrileña. Incluso su compañera de partido Cuca Gamarra, portavoz del PP en el Congreso, ha tenido que reconocer implícitamente, tras intentar desviar varias preguntas de los periodistas, que Díaz Ayuso se ha equivocado: «Todo el mundo sabe que nosotros estamos en una monarquía parlamentaria y el papel que el rey tiene en la misma está tasado», ha dicho en TVE.
Las elecciones dan votos, pero no conceden la sensatez y el sentido común necesarios para gobernar. Isabel Díaz Ayuso ha dado una prueba de ello, tras ganar por amplia mayoría las elecciones autonómicas el pasado 4 de abril, con 66 escaños de los 136 que tiene la Asamblea de Madrid, por lo que va a ser investida presidenta gracias al apoyo de Vox.