Ignacio Echániz, consejero de Sanidad, ha recalcado durante la rueda de prensa del Consejo de Gobierno que el objetivo del Ejecutivo de Castilla-La Mancha es que a finales de año «las cifras de listas de espera se hayan reducido a la mitad». Y si lo consiguieran «serían los mejores datos que haya tenido nunca esta comunidad autónoma».
Unas listas de espera que, ha recordado, «son una consecuencia general de todos los sistemas sanitarios públicos del planeta. Sería inabordable e inasumible que hubiera muchos más profesionales de los necesarios que estuvieran esperando a los pacientes en las puertas de los hospitales».
Pero ha querido dejar claro que «ningún paciente grave espera jamás porque los profesionales ya se encargan de priorizar».
Tras recordar que el Gobierno de María Dolores de Cospedal «todavía está pagando las listas de espera desde el año 2007, y tendremos que pagarla unos años más», Echániz ha hecho historia de lo que hacía el PSOE, «en los últimos años, cada vez que se aumentaba la lista de espera el Gobierno sacaba esas patologías a la privada. Pero no hicieron mejoras en la Sanidad pública».
Y ha establecido una comparación de las listas de espera con un cubo que tiene grifo de entrada y de salida, «hay que establecer un equilibrio entre ambos grifos para que la lista sea siempre lo más reducida posible».