El arcoíris siempre reluce con fuerza pero no siempre es posible contemplarlo acompañando a lugares emblemáticos y mucho menos plasmarlo fotográficamente.
Sin embargo, ayer en Toledo, tras unos minutos de lluvias débiles, el bello efecto óptico, producido por la luz atravesando las gotitas de agua, se pudo contemplar detrás de la mítica ermita del Valle.
Arcoíris al anochecer
Pasadas las 21:00 horas la fotógrafa de la Agencia Efe, Ángeles Visdómine, pudo captar con gran destreza, el siempre extraordinario fenómeno desde el casco histórico de la ciudad.
A la espectacularidad del arcoíris en sí se añade el contraste al producirse durante el anochecer, lo que es más difícil de captar con precisión.
Poco más que decir. Contemplen la belleza de una imagen que sirve de despedida de la primavera.