Con su contundencia y claridad habitual, el presidente de la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam), Ángel Nicolás, ha resumido en pocas frases el estado de ánimo del sector en la región. Nicolás considera que el calendario de pagos de la Junta, prometido para finales de 2011, llega tarde; que es una «tomadura de pelo» que las empresas paguen el IVA a administraciones que no les pagan las facturas, ha ofrecido diálogo a los sindicatos y les ha pedido que «al menos en las empresas haya paz». Su mejor frase del desayuno fue reiterar que no emite opiniones personales cuando comparece como presidente de Cecam y «no soy ni ser humano» cuando le pedían su parecer sobre que Cospedal siga siendo secretaria general del PP.
Los empresarios esperaban y necesitaban que el calendario de pagos de la Junta, como se prometió, llegara en el tercer trimestre del año 2011. No pudo ser. La presidenta, María Dolores de Cospedal; y el consejero de Economía, Diego Valle; anunciaron ayer en Fitur que estará antes del verano. La respuesta de Nicolás ante las nuevas fechas no se hizo esperar: «llega tarde».
Lo dijo a preguntas de los periodistas, con los que compartió esta mañana en Toledo un desayuno para hacer balance de 2011, acompañado por su secretario general, Félix Peinado. «Rogamos que el proceso se acelere al máximo, los empresarios estamos financiando 3.000 millones de euros (la deuda a proveedores de la Junta); en este país los servicios públicos los estamos pagando y financiando los empresarios».
Acababa de relatar la crónica negra del año 2011, una batería de malos datos (ver noticia relacionada), buena parte de ellos agravados por los impagos de las administraciones públicas. Por lo tanto, la respuesta tampoco se hizo esperar cuando se le preguntó si está de acuerdo con que se pidan responsabilidades, incluso penales, a los gestores públicos que presten servicios que no pueden pagar. «Los empresarios estamos sujetos a una tremenda disciplina jurídica; si nos extralimitamos en nuestras responsabilidades sentimos enseguida el peso de la justicia», situación que cree que debería ser por lo menos igual si los gestores son públicos y manejan fondos que son de todos.
Y, como hubiera dicho cualquier empresario en su lugar, «¡es una tomadura de pelo que las empresas paguen el IVA de facturas no cobradas de las administraciones. Eso pasa en España y en países como Zimbawe!.
Nicolás también se mostró favor de que se multe o se intervenga a las comunidades autónomas que no cumplan con el déficit marcado por ley y en contra de la recuperación del impuesto de patrimonio en Castilla-La Mancha o de tasas sobre el turismo como la planteada por el Ayuntamiento de Toledo, de la que ha dicho que «ha sido una idea no muy feliz que yo creo que se ha quedado ahí».
Precisamente al alcalde de la capital, Emiliano García-Page, le pidió «que defienda con las mismas ganas al pequeño comercio de la ciudad que proyectos como el parque comercial Abadía».
Su lado prudente, pero también más ingenioso, le salió cuando se le preguntaron cuestiones netamente políticas.
Así, no quiso valorar la posibilidad de que la cartera de Empleo cambie de manos en el Gobierno de Castilla-La Mancha. Y cuando se le planteó si le parecía bien o mal que María Dolores de Cospedal fuera reelegida secretaria general del PP al mismo tiempo que presidenta de Castilla-La Mancha, se despachó con un «opino como presidente de los empresarios, no como persona y en eso que me acaba de preguntar no soy ni ser humano».
A los sindicatos les definió como «compañeros de viaje», ofreció diálogo y pidió que «al menos haya paz en el mundo de la empresa».