Guadajara y Toledo, pero sobre todo la primera con cuatro fuegos en una misma semana, son las dos provincias de Castilla-La Mancha que se están viendo más afectadas por los incendios forestales originados en lo que va de verano.
Así, en Guadalajara, el último incendio significativo en extinguirse fue el localizado en Tórtola de Henares e iniciado el 1 de agosto con una superficie afectada de 750 hectáreas. El fuego, apagado el 4 de agosto, se originó en la cuneta de la carretera GU-192.
No obstante, y debido a su intensidad, estos días ha destacado el incendio forestal de Valdepeñas de la Sierra, que quemó monte bajo y cereal y que obligó incluso a desalojar a 200 vecinos de pueblos cercanos. Fue necesaria la intervención de 113 medios y un total de 448 personas para extinguir un fuego iniciado el 31 de julio y que duró cuatro días. La consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, acudió al Puesto de Mando Avanzado para supervisar los trabajos.
En esa misma semana, el 2 de agosto, una columna de humo daba la alarma en Yunquera de Henares, donde un incendio fue extinguido ese mismo día con la participación de cinco medios y 21 personas. Un día más tarde, el 3 de agosto, las llamas afectaban a Albalate de Zorita, sin complicaciones tampoco para sofocarlo en el día.
A mediados de julio, concretamente el 12 de julio, 38 hectáreas se quemaban en Alcocer (Guadalajara), con 43 personas en 12 medios -tres de ellos aéreos- trabajando en unas labores que se prolongaron durante 24 horas; y el 8 de julio un incendio en Pastrana afectaba a una zona de pinos que ya fue reforestada hace 20 años, en el paraje El Hoyo Redondo.
En la provincia de Toledo el incendio forestal de mayor envergadura ha sido el de Almorox, que se originaba el 16 de julio y se extinguía el 24 de julio con un balance de 1.400 hectáreas de monte bajo y pasto quemadas, el desalojo de vecinos de dos urbanizaciones de Almorox y una más en la Comunidad de Madrid y el corte al tráfico de las carreteras N-403 y TO-1451 Almorox-Paredes de Escalona. Este fuego alcanzó nivel 2 de alerta, por lo que para sofocarlo trabajaron agentes de extinción de incendios de Castilla-La Mancha, de la Comunidad de Madrid, la Unidad Militar de Emergencias y el Ministerio de Agricultura.
En julio, en Toledo, las llamas afectaron igualmente aunque con mucha menos intensidad a Retuerta del Bullaque (9 de julio), en el Parque Nacional de Cabañeros, si bien solo se vio afectada zona de pastos; Los Navalucillos, donde el 13 de julio sí que se quemó zona de bosque; y Espinoso del Rey, también el 13 de julio, con un incendio que empezó en la cuneta de la carretera y que se desplazó a un área de monte bajo.
Más cerca de la capital, y en junio, las llamas aparecieron tímidamente en Argés y en los terrenos de la Academia de Infantería de Toledo.
El resto de la región ha sufrido fuegos de poca importancia como el de Povedilla (Albacete), el de Ruidera (Ciudad Real) o el de Castejón (Cuenca).