Las artes decorativas que las vanguardias fundieron con el resto de las artes (dando lugar al diseño, por primera vez así denominado a finales del siglo XIX) tienen a partir de hoy una mayor y singular presencia en la sede de Toledo de la Colección Roberto Polo. Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha (Corpo).
El museo acaba de incorporar grandes iconos de este pionero diseño vanguardista y otras obras no menos destacadas de artistas posteriores.
Así, se puede ver «Chaise longue», de Piet Hein Eek (2012), en diálogo con las sillas de Carlo Mollino (años 50) y J.S. Ford (1905).
Los vanguardistas
La emblemática diseñadora irlandesa Eileen Gray (1878-1976) y el belga Huib Hoste (1881-1957), socio de Le Corbusier y cofundador en 1928 del Primer Congreso Internacional de Arquitectura Moderna, refuerzan la presencia del diseño de las vanguardias históricas.
A Corpo Toledo se incorpora asimismo un anónimo italiano (lámpara futurista), que es todo un referente del estilo de época.
Los contemporáneos
Shirō Kuramata, mítico representante de la escuela japonesa de diseño a partir de los 60, y el neerlandés Piet Hein Eek, uno de los más celebrados creadores contemporáneos, pionero del diseño ecológico, mostrarán la evolución desde aquellos comienzos hasta hoy.
La silla como paradigma de la historia del diseño merece capítulo aparte y, como tal, constituye una colección dentro de las colecciones de Roberto Polo. A las piezas ya presentes en la sala 15 del museo, todas ellas ejemplares de las más tempranas vanguardias (están presentes artistas como Carlo Mollino, J.S. Ford o Josef Hoffmann), se añade ahora la emblemática silla de Eileen Gray, primera de su género diseñada con una sola pata y en formas circulares; se le confronta a su vez con dos modelos carismáticos de Piet Hein Eek: una chaise longue construida en hierro reciclado, pieza única de 2012, y un colorista sillón en madera reciclada, también pieza única, de 2014.
La relevancia de la silla
“La silla, cuando es arte, me interesa porque en su diseño reúne todas las demás artes: es arquitectura y también, pintura y escultura”, afirma Roberto Polo. La relevancia de esta pieza de mobiliario viene avalada por los numerosos estudios y ensayos recientemente publicados por historiadores y teóricos de las artes, tales como «Chairs. Historia de la silla, de Anatxu Zabalbeascoa (“Por encima incluso de su funcionalidad, la silla es un valor en sí mismo. De ahí que su historia resuma, a su vez, la historia del diseño”), «La Sillipedia. 101 historias de sillas», de La Fábrica editorial, o «Chair Anatomy. Design and Construction», Thames and Hudson.
En el corredor sobre el claustro se han instalado la cajonera curvilínea de Shirō Kuramata, una de las piezas más reproducidas en el diseño industrial desde su creación en 1970, y la cajonera de Piet Hein Eek Polo Cabinet, primera de una edición de dos y que fue un encargo del coleccionista, como la homónima que se exhibe en la sede de Cuenca (ambas de 2010).
Estas obras contemporáneas dialogan en el mismo espacio con una obra de Huib Hoste de 1920 («Revistero», hecho en madera pintada y cuerda) y la estantería de Jozef Peeters, grabada y titulada con proclamas nacionalistas flamencas: «Alles voor Vlaanderen, Vlaanderen voor Kristus», de 1922.