¡Cómo son los periodistas!
Tratan nuestros dirigentes de descansar un poco de su pesada carga de gestionar el bien público y sacarnos de la crisis ellos solitos y van los plumillas y venga hacer quinielas… Que si éste no llega al turrón, que si el otro cae en septiembre y que tal y cual…
La presencia única permanente en todas las quinielas es la presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que desde hace varios años reina cada agosto en la sesteante información política del mes. Desde su retiro en Marbella, ya sea por hablar de Alfredo Pérez Rubalcaba o por declarar ante Pablo Ruz sobre el despido de Luis Bárcenas, la dirigente «popular» protagoniza el desenlace en cada suposición que se hace sobre el futuro a corto plazo del PP y sus mandamases.
Dicen los entendidos que Rajoy prepara catarsis y los analistas se dividen.
Por un lado, están quienes piensan que de la limpia que prepara el presidente del PP Cospedal saldrá reforzada frente a la vieja guardia, dadas las evidencias de que Bárcenas les estuvo engañando, aunque algunos se hayan empeñado en defender la paz y el apaciguamiento con el extesorero.
En el otro bando, aparecen quienes pronostican que el poderío de la secretaria general toca a su fin y que en breve tendrá bajo sus pies a un coordinador general que pondrá límites a su omnipotencia en asuntos «populares». Estos últimos dicen que su declaración ante Ruz lavándose las manos de los acuerdos del partido con Bárcenas para dejar como únicos responsables al mismísimo Rajoy y al viejo enemigo Javier Arenas ha sentado peor que mal en Moncloa y que se le ha acabado la carta blanca y la manga ancha, todo al mismo tiempo.
Pronto sabremos el final. Pero han de tener en cuenta sus enemigos que no es fácil doblarle el pulso a esta mujer y menos si está avisada. Cospedal suele echarle a la política y a los asuntos del partido más horas que el resto, así que pasa a menudo aquello que sentenció un dirigente regional del PP CLM, que «cuando los demás llegan a la viña, María Dolores ya ha cosechado».
Pase lo que pase, lo que sí está claro es que la presidenta castellano-manchega tiene demasiados flancos abiertos, fuera de Castilla-La Mancha en el seno de su partido; y dentro, por lo impopular de sus políticas y el talante de una buena parte de sus altos cargos.
Con media legislatura por delante aún, ha llegado el momento de que vuelva a examinar la ruta, el plan de viaje y la compañía.