A pesar de la crisis y de que la cultura suele ser uno de los ámbitos a los que primero llegan los recortes, el Centro de Restauración y Conservación de Castilla-La Mancha seguirá acometiendo trabajos en piezas de gran valor histórico-artístico.
Entre sus planes está actuar en el Cristo atado a la columna de la parroquia Santo Tomé de Toledo; el relicario de Santa Teresa, en la parroquia de San Nicolás de Toledo; el Calvario del Museo Diocesano de Cuenca; el Cristo con la Cruz del Museo Diocesano de Cuenca; y el Mapa del Cielo del Instituto Brianda de Mendoza, en Guadalajara. Igualmente se han iniciado las primeras labores de consolidación del Apostolado de la iglesia de San Mateo de Peralejos de las Truchas (Guadalajara), atribuido al Taller de Ribera.
Durante la presentación del libro «Herencia Recibida», en el que se recogen las intervenciones más importantes efectuadas por este centro cultural, el consejero de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, Marcial Martín, también se refirió a algunas de las piezas con más valor y que han sido objeto de restauración en 2011. Así, en esta publicación aparece la Virgen de los Llanos, en Albacete; la Virgen de la Pera, en Toledo; el mosaico romano de Cabañas de la Sagra; la cruz procesional de plata de Puebla del Vallés (Guadalajara); piezas procedentes del yacimiento de Vega Baja de Toledo (anillos, hebillas, monedas…); y piezas del yacimiento de Canónigos de Cuenca.
En total se han restaurado cerca de un millar de bienes procedentes de diversas instituciones y organismos, siendo el 20 por 100 de instituciones eclesiásticas y el resto de distintas administraciones públicas. La inversión que lleva el Centro de Restauración y Conservación de Castilla-La Mancha es de tres millones de euros.