La Comisión Técnica de Memoria y Reconocimientos Democráticos de Baleares ha decidido mantener en el Censo de simbología franquista los nombres de Toledo, Brunete y Castillo de Olite, pero sí ha retirado los de los almirantes Cervera, Churruca y Gravina, marinos del siglo XIX, los dos primeros, y del XVIII, el tercero.
Así se ha acordado durante una reunión convocada para tratar el listado de calles incluidas en el censo de simbología franquista que el Ayuntamiento de Palma había pedido que fueran revisados tras la polémica desatada la pasada primavera y que trascendió a la península.
Calle de Toledo, calle de Brunete…
En concreto, debían revisarse las calles del Almirante Cervera, del Almirante Churruca y del Almirante Gravina, calle de Brunete, pasaje del Castillo de Olite, calle de Alfambra, calle de Toledo y calle de Gabriel Rabassa Oliver.
En cuanto a Cervera, Churruca y Gravina, la Comisión explica que en los tres casos el nombre de la calle se refiere a los almirantes en cuestión y no a los buques que llevaron sus nombres en el franquismo a lo largo del siglo XX.
La Comisión considera que «es muy clara la utilización de los nombres de estos personajes históricos en la visión franquista de la historia para justificar su concepto de ‘reconquista’ o ‘cruzada'», pero sostiene que, pasado el tiempo, ese vínculo «se ha ido desvaneciendo» y lo que queda son las figuras relevantes de la historia de España
Por otra parte, también se ha decidido retirar del Censo de simbología franquista el nombre de la calle dedicada a Gabriel Rabassa Oliver. No obstante, la Comisión recomienda que quede «explícito, para dejar fuera de dudas, actuales y futuras, que la dedicatoria no tiene nada que ver con la vinculación de Rabassa a las organizaciones relacionadas con la dictadura, y sí con las aportaciones al ámbito cultural».
Por estos motivos, se recomienda que la calle de Gabriel Rabassa Oliver sea contextualizada, añadiendo en la placa el motivo por el cual se colocó en su momento.
El asedio del Alcázar de Toledo
Asimismo, la Comisión se ha pronunciado sobre la calle de Brunete, pasaje del Castillo de Olite, calle de Alfambra y calle de Toledo. En estos casos, los nombres de las calles sí que se se mantienen dentro del Censo de simbología franquista.
Y es que, de acuerdo con la Comisión de Memoria, la información histórica analizada certifica que esas calles recibieron sus nombres por determinados hechos de guerra en el contexto de la Guerra Civil, como por ejemplo el asedio del Alcázar de Toledo (1936), la Batalla de Brunete (1937), la Batalla de Alfambra (1938) o la expedición a Cartagena (1939).
¿Pasará a llamarse calle de la Ciudad de Toledo?
Por eso, si el Ayuntamiento de Palma está interesado en mantener la nomenclatura relacionada con estos municipios, la Comisión técnica recomienda que estos nombres queden contextualizados para así eliminar cualquier vinculación con el franquismo: calle de la Villa de Brunete, pasaje del Palacio Real de Olite, calle de la Villa de Alfambra y calle de la Ciudad de Toledo.
Cabe recordar que el pasado mes de marzo el Ayuntamiento de Palma paralizó el cambio de nombres de 12 calles que se había anunciando el fin de dar cumplimiento a la Ley de memoria y reconocimiento democrático.
A raíz de las dudas que entonces surgieron, el Consistorio solicitó al Govern que la Comisión Técnica de Memoria realizara una revisión del Censo de símbolos, leyendas y menciones franquistas por expertos en la materia de reconocido prestigio .