El presidente de la Asociación de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha, Luis Díaz Villaverde, teme las consecuencias que puedan tener los recortes en la campaña de incendios de este verano. En una entrevista concedida a encastillalamancha.es, muestra su preocupación, no solo por la falta de medios, sino también por los trabajos de prevención que, después de décadas, no se han realizado este invierno.
¿Cómo está siendo el verano en materia de incendios?
De momento el verano no va del todo mal, pero todavía queda mucho. Estamos prácticamente en la mitad de la época alta de incendios forestales que acaba el 30 de septiembre. No obstante, para ser objetivo lo mejor es comparar la superficie quemada, no con la del año pasado, sino con lo que ocurría hace 10 años. Es cierto que el año pasado fue un año grave porque hubo muchos incendios debido a la sequía y a las olas de calor. De todas formas, sí que prevemos que este verano vaya a haber grandes incendios y cuando nos referimos a grandes incendios se trata de fuegos que queman más de 500 hectáreas. Esto es porque en primavera ha llovido mucho y a estas alturas hay mucho combustible fino y seco. Prevemos que va a haber grandes incendios que tendrán mucho que ver con la mano humana. Aproximadamente el 90 o 95 por 100 de los incendios forestales en Castilla-La Mancha tiene que ver directa o indirectamente con el hombre. Mayoritariamente son negligencias.
¿Y qué resultados se obtienen de esa comparación de los últimos 10 años?
Se observa que hay mayor número de grandes incendios.
¿Cómo están afectando los recortes tanto a la prevención como a la extinción de incendios?
En 2010 el presupuesto para todo el año –tanto para trabajos de prevención en invierno como para la extinción en verano- era de 118 millones de euros en Castilla-La Mancha. En el año 2013 tenemos 69,4 millones. Las cifras lo dicen todo. Madrid, una región bastante más pequeña que Castilla-La Mancha, tiene unos 110 millones de euros.
¿En qué se ha recortado?
Se han reducido drásticamente las patrullas de pronto auxilio; se han reducido torretas -ahora mismo en Castilla-La Mancha no queda ninguna torreta que trabaje las 24 horas, el turno de noche se ha suprimido-; se han suprimido medios aéreos; se ha suprimido maquinaria pesada tipo bulldozer, que es muy útil para perimetrar grandes incendios; y se han suprimido medios humanos -hace tres años éramos 3.000 personas tanto técnicos, como agentes medioambientales y trabajadores de la empresa pública Geacam, y ahora somos 2.600-. Desde esta asociación estamos muy asustados. Ya hemos advertido de la situación. Este invierno, después de décadas y debido al ERE de Geacam, no se ha realizado ningún trabajo preventivo en el monte y todos sabemos que los incendios se apagan en invierno a través de estas labores. Por lo tanto, hay mucho combustible que se está secando y que es susceptible que arda fácilmente.
¿Por eso, entre otras razones, esperan grandes incendios?
Sí porque hay mucho combustible en el monte y no hay tantos medios como antes. Por eso prevemos que vamos a tener dificultades en apagar los pequeños incendios. Todos sabemos que los fuegos hay que apagarlos en seguida. Nosotros decimos que los incendios hay que apagarlos a pisotones porque cada minuto cuenta. En tres minutos un incendio puede avanzar rápidamente.