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viernes, 22 de noviembre de 2024
Un momento del registro de la vivienda del detenido, donde se halló el cuerpo sin vida, emparedado, de la vendedora de la ONCE.
Un momento del registro de la vivienda del detenido, donde se halló el cuerpo sin vida, emparedado, de la vendedora de la ONCE.
Le pegó un empujón, ella cayó y… - 27 agosto 2021 - Albacete

Desde el momento en que la Policía Nacional recibió la denuncia por la desaparición de María Isabel de la Rosa Cózar, a primera hora de la mañana del 20 de agosto, los efectivos policiales se volcaron en la investigación, ya que las circunstancias que la familia relataba daban lugar a calificarla como inquietante, tal y como ha contado la propia Policía Nacional.

Al parecer, la desaparecida salió de su domicilio a las 9 horas del día 19 para trabajar vendiendo cupones en la zona del barrio «Parque Sur». Al ser una persona de costumbres arraigadas, los familiares se extrañaron de que no regresase a casa en todo el día, y la preocupación empezó al pasar las 12 de la noche sin tener noticia de ella.


La vendedora de la ONCE muerta en Albacete no tenía ninguna relación con el detenido

Múltiples líneas de investigación

María Isabel era una persona muy conocida en la ciudad, ya que visitaba multitud de cafeterías y bares a diario ofreciendo la venta de cupones. Este extremo hizo que, en un primer momento, la investigación fuese muy compleja, ya que se recibieron numerosas llamadas y avisos de ciudadanos que querían colaborar con la Policía Nacional en la búsqueda y decían haberla visto en lugares y fechas concretas, por lo que se abrieron múltiples líneas de investigación y todas las informaciones fueron comprobadas, una a una, por los agentes del Grupo de Homicidios de Albacete, que trabajaron sin descanso mañana, tarde y noche para verificar cada una de ellas.

El contacto entre la Policía Nacional y la familia de la desaparecida ha sido permanente, y han prestado en todo momento su colaboración para llevar a buen término la investigación policial. De hecho, horas después de interponer la denuncia, se realizó una inspección policial en el domicilio de la desaparecida para recabar cualquier indicio que facilitase su localización.

El cuerpo sin vida de María Isabel fue encontrado, emparedado, en la vivienda del detenido.

El cuerpo sin vida de María Isabel fue encontrado, emparedado, en la vivienda del detenido.

Los últimos pasos de María Isabel

Las gestiones de investigación ubicaron los últimos pasos de María Isabel en una zona concreta de la ciudad próxima al domicilio del varón que posteriormente fue detenido, y pronto se averiguó que el propietario de dicho domicilio pudiera haber mantenido algún tipo de contacto con la desaparecida momentos antes de perderle el rastro.

Finalmente, y tras recabar los indicios necesarios para presumir que podría estar implicado en la desaparición de María Isabel, se procedió a su detención en la mañana del martes 24 de agosto, reconociendo poco después el detenido la autoría de los hechos.

Tras su arresto, tan solo cuatro días después de que fuera denunciada la desaparición, se organizó un completo dispositivo en el que participaron agentes del Grupo de Homicidios y de la Brigada de Policía Científica de la Comisaría Provincial de Albacete. Además, se requirió la colaboración del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT) de la Policía Nacional.

La emparedó en una estancia al final de su casa

Del mismo modo, el titular del Juzgado de Instrucción número 3, en funciones de guardia, acudió a la práctica de las diligencias de investigación en compañía de la letrada de la Administración de Justicia, la representante del Ministerio Fiscal y dos médicos forenses.

La finalidad de este dispositivo policial era llevar a cabo una entrada y registro en el domicilio del detenido, en el que se localizó una estancia, al fondo de la vivienda, dedicada a albergar herramientas. En ella se apreciaba un bloque de cemento, realizado utilizando el espacio entre dos paredes, y camuflado en una estantería.

Tuvieron que derruir el bloque de cemento

Los agentes del GOIT de la Policía Nacional tienen una alta preparación técnica y están especialmente cualificados en mecánica multidisciplinar. Está especializado en la búsqueda, desmantelamiento y apertura- técnica o agresiva-, de aquellos habitáculos susceptibles de albergar en su interior personas, objetos o drogas, y disponen de los recursos necesarios para su desplazamiento e intervención inmediata en cualquier punto del territorio nacional donde fuera requerido.

En este caso, utilizaron los medios técnicos necesarios para derruir el bloque de cemento, descubriéndose en el interior del mismo el cuerpo sin vida de María Isabel de la Rosa Cózar, así como diversas de las pertenencias que llevaba en el momento de su desaparición.

Entre los objetos recuperados se hallaban el terminal TPV que portaba la desaparecida y múltiples cupones. Asimismo, se recuperó el terminal teléfono móvil de María Isabel, que había sido golpeado con un objeto contundente.

Una discusión por el dinero que el detenido debía a la víctima

Sobre las circunstancias en las que ocurrieron los hechos, todo apunta a que el detenido y María Isabel mantuvieron una discusión, al parecer motivada por un dinero que éste le debía a la víctima. En un momento dado, le propinó un empujón a María Isabel, cayendo ésta de espaldas y recibiendo un golpe en la cabeza que acabó con su vida en el instante.

Ante lo ocurrido, el detenido ocultó el cadáver emparedándola en una pequeña estancia ubicada al fondo de la vivienda, para lo cual compró ladrillos, cemento y arena, elaborando un cubículo en el que introdujo el cadáver para luego cubrirlo de cemento en diferentes jornadas, consiguiendo de esta manera que el cuerpo quedase totalmente oculto.

Ha sido puesto a disposición judicial

El detenido ha sido puesto a disposición judicial en la mañana del 27 de agosto, y la investigación continúa aún abierta para terminar de esclarecer todas las circunstancias que rodearon el caso.

En muchas ocasiones, los familiares de las personas desaparecidas no denuncian de manera inmediata, al existir la creencia popular de que no se puede comunicar una desaparición hasta pasadas las 24 o incluso 48 horas de la misma. En realidad, la denuncia se puede interponer en el mismo momento en que se produzca la desaparición, sobre todo si por la naturaleza de la misma ésta puede calificarse como inquietante.

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