Parece evidente que el tenista conquense Pablo Andújar anda muy bien de moral tras superar la primera ronda del Abierto de Estados Unidos. Así, en su cuenta de twitter se suelta este comentario, acompañado por una simpática foto que reproducimos: «Mirad al lado de quién tengo mi taquilla en el vestuario de US Open… A ver si se me pega algo!!!». Andújar aparece junto al tenista argentino Juan Martín del Potro.
Por otro lado, Andújar celebró su victoria en su debut en el Abierto de Estados Unidos y aseguró que encara «con ganas» el «reto» que supone enfrentarse en segunda ronda al canadiense Milos Raonic, número 11 de la clasificación mundial ATP.
«Ahora me toca un jugador cañonero, un rival difícil y obviamente él es el favorito pero creo que puedo tener posibilidades en ese partido», dijo tras imponerse al holandés Thiemo de Bakker por un triple 6-4 en un encuentro que dominó prácticamente en todo momento.
Andújar, que en ediciones pasadas nunca superó la barrera de la segunda ronda, se tendrá que enfrentar al décimo cabeza de serie, que superó al italiano Thomas Fabbiano por 6-3, 7-6, 6-3, en un partido que tiene «ganas de afrontar» porque «es un reto jugar contra el 11º del mundo».
Para ello tratará de tirar del juego que le ha llevado a vencer a de Bakker, contra quien ha estado «muy sólido». «Estoy jugando bien, yo sabía que el otro jugador era más fuerte que yo y al fin y al cabo yo lo que tenía que utilizar era la cabeza y las piernas para suplir eso».
El tenista español, número 55º mundial, añadió que «era importante» alcanzar la segunda ronda en Flushing Meadows porque, «aunque estaba jugando bien, no se estaban dando grandes resultados», ya que cayó eliminado en primera ronda en el Masters 1000 de Cincinnati.
Esta victoria en el Abierto de EEUU le da «un plus de confianza» para encarar el próximo enfrentamiento, en el que seguirá con su juego de «batallador».
«Creo que soy un jugador tipo (David) Ferrer, soy un batallador, un jugador que no saca excesivamente bien pero que sí que resta, que juega rápido, que intenta ser sólido, obviamente salvando las distancias», dice el tenista conquense, que ve en Ferrer «el espejo» donde se mira, «el ejemplo» a seguir.