Pablo Casado lo ha vuelto a hacer. En España se presenta como un patriota que defiende la unidad de la nación y trabaja para mejorarla, pero en el extranjero hace algo tan impropio de un patriota como criticar y desacreditar al Gobierno legítimo de su país delante de dirigentes de otros Estados y de organismos de la Unión Europea. Lo ha vuelto a hacer en Berlín, donde ha dicho que el Ejecutivo de Pedro Sánchez gastará mal los fondos que Europa ha empezado a entregar a España para recuperarse de la crisis económica consecuencia de la pandemia de la Covid-19.
El líder del PP ha viajado a la capital alemana el 9 de septiembre para participar en una reunión del Partido Popular Europeo, la formación política de la que forma parte el PP. Allí, ante los líderes conservadores de toda Europa, Casado ha afirmado que el Gobierno español es el más «radical» de Europa, que utiliza de manera irregular los fondos públicos -citó la ayuda de 53 millones de euros concedida a la aerolínea Plus Ultra para que salga de la crisis económica, por considerarla una empresa estratégica- y que subvenciona viajes de artistas con ayudas «millonarias», entre otras críticas.
Pablo Casado ha explicado a sus colegas conservadores europeos -«para los que no lo sabéis», ha dicho- que el Gobierno español está formado por «un partido socialista con ministros comunistas, apoyado por partidos independentistas y partidos que defienden la violencia política del terrorismo en el País Vasco que causó 800 víctimas mortales».
Compara a España con Polonia y Hungría y después matiza
También dijo que la Unión Europea, igual que ha exigido a Polonia y Hungría que respeten el estado de Derecho y cumplan determinadas condiciones para poder recibir esos fondos europeos, también debe pedir a España y los demás países europeos que respeten el estado de Derecho para darles esas ayudas. Esta comparación sorprendió, porque esos dos países han sido sancionadas por la UE por vulnerar el estado de Derecho y aprobar leyes que atacan la independencia de los jueces. Por eso, en un encuentro posterior con los periodistas, Casado tuvo que matizar sus palabras y aclaró que España todavía no se encuentra en la misma situación.
La Unión Europea acordó, en julio de 2020, distribuir 750.000 millones de euros en seis años a los países miembros, como ayudas directas a fondo perdido para su recuperación económica, y otros 360.000 millones como préstamos a devolver. España, el segundo país más beneficiado tras Italia, recibirá 140.000 millones -ya han llegado los primeros 9.000-, de los que 72.000 son a fondo perdido.
Desde que la Unión Europea anunció esa ayuda, Casado pide que se exijan a España unas condiciones para recibirla, olvidando que su entrega está condicionada a que se aprueben y cumplan los proyectos que se presenten para obtenerla. También ha vaticinado reiteradamente que el Gobierno de Pedro Sánchez malgastará sin control esos fondos y habrá «clientelismo» en su reparto.
El control sobre los fondos de Europa para la recuperación económica
Pablo Casado no solo critica al Gobierno de Pedro Sánchez con esas declaraciones sino también a los organismos que controlan el gasto del dinero público en España, de los que forma parte el PP: el Tribunal de Cuentas y las entidades similares de las comunidades autónomas. Y también critica a la Unión Europea, porque pone en duda sus métodos de control sobre unos fondos que concede tras estudiar los planes que presenta cada país para su recuperación y después realiza un seguimiento para comprobar que se cumplen las condiciones que exige.
Ante esas afirmaciones de Casado, la vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, ha respondido así: «Quiero expresar mi asombro ante las palabras del principal líder de la oposición, que no ataca al Gobierno sino que ataca el interés y la imagen de nuestro país. Es una actitud que no es de recibo contra la imagen de España, que está siendo reconocida y respetada por sus socios. Como líder de la oposición, es un comportamiento inaudito, nunca lo he visto en los ámbitos internacionales. Es visto con asombro e incomprensión por parte de nuestros socios europeos».
No es la primera vez que Pablo Casado critica al Gobierno de España en Europa. En cada uno de sus viajes no resiste la tentación de desacreditarlo. En uno de ellos hablaba con el presidente de la Comisión Europea y, sin saber que les estaban grabando, le dijo: «España es un desastre». Hasta en Ciudadanos le criticaron porque no creen que sea bueno formular esas críticas ante mandatarios extranjeros.
La Real Academia Española define el patriotismo como «sentimiento y conducta propios del patriota». Y dice que el patriota es la «persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien». El líder del PP parece que tiene claro ese concepto en la teoría, porque habla con mucha frecuencia de su patriotismo, pero en la práctica lo olvida cuando viaja al extranjero y se dedica a criticar y desacreditar al Gobierno español.