Un total de 13 personas han muerto en accidente de tráfico en los meses de julio y agosto en las carreteras de Castilla-La Mancha, un 48 por 100 menos que en el mismo periodo del año pasado, cuando 25 personas fallecieron por esta causa.
En el conjunto del país, 235 personas han muerto en accidente de tráfico en estos dos meses de verano, lo que supone un descenso del 10 por 100 en un periodo con casi tres millones menos de desplazamientos y en el que el 57 por 100 de los coches en los que murió algún ocupante tenía 10 años o más.
Durante la presentación del balance de siniestralidad que ha realizado en Madrid el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha dicho que arrojan un resultado «esperanzador», pero sin embargo no ha querido lanzar «las campanas al vuelo» porque una sola víctima es ya una importante razón para seguir trabajando por la seguridad vial.
Un minucioso análisis de los accidentes de julio y agosto, que ha presentado el ministro junto con la directora general de Tráfico, María Seguí, ha arrojado un descenso de 25 fallecidos menos que el verano de 2012 y una disminución en 36 del número de accidentes mortales en carretera (200 frente a 236 de julio y agosto del año pasado).
Según los datos facilitados por la Dirección General de Tráfico, en Castilla-La Mancha se han registrado 10 accidentes mortales, en los que 13 personas han perdido la vida.
Por provincias, en Albacete se registró un accidente mortal en el que fallecieron dos personas, por lo que el descenso de las víctimas es del 66 por 100, ya que el año pasado se registraron seis fallecidos en otros tantos accidentes mortales.
En Cuenca, este verano se han registrado dos accidentes mortales con tres víctimas, mientras que en 2012 se contabilizaron cinco accidentes mortales con otras cinco víctimas.
También han descendido en Guadalajara, hasta un 75 por 100, los muertos en accidente, ya que mientras que el año pasado cuatro personas perdieron la vida en otros tantos accidentes mortales, en 2013, las carreteras guadalajareñas sólo han registrado un siniestro mortal, con un fallecido.
En Toledo, la reducción ha sido del 66 por 100, ya que han fallecido dos personas en otros dos accidentes mortales de tráfico, frente a los seis muertos en las carreteras del año pasado, en cuatro accidentes mortales.
La única provincia en la que no se ha producido un descenso en el número de víctimas es Ciudad Real, que se mantiene en cuatro.