El deán de la Catedral de Toledo lo tiene claro: el vídeo de C. Tangana y Nathy Peluso «no afecta a la fe». Ni el lenguaje visual provocador ni la letra de la canción «Ateo» cree que sea algo malo para la Iglesia, puesto que «es un lenguaje propio de la cultura de nuestro tiempo» y por ello Juan Miguel Ferrer ha emitido un comunicado en el que defiende el permiso que fue concedido para rodar en la Catedral Primada de Toledo.
Vea el vídeo en el siguiente enlace:
«Ateo», el videoclip de C. Tangana y Nathy Peluso en la Catedral de Toledo
Defensa del vídeo y disculpas si ha herido alguna sensibilidad
El deán expone que la letra es clara, aunque lamenta que a «algunas personas les pueda producir desagrado» y pide disculpas «se ha podido herir su sensibilidad».
- El video presenta la historia de una conversión mediante el amor humano. La letra de la canción es precisa: «Yo era ateo, pero ahora creo, porque un milagro como tú ha tenido que bajar del cielo».
- Además, a ciertas actitudes de intolerancia contrapone la comprensión y acogida de la Iglesia, tal y como se manifiesta en las secuencias finales del video.
- Es cierto que el video utiliza un lenguaje visual provocador, pero no afecta a la fe. Es un lenguaje propio de la cultura de nuestro tiempo y se ha atendido al bien que pueda producir en los alejados.
- Lamentamos que a algunas personas les pueda producir desagrado. Pedimos disculpas si ha podido herir su sensibilidad. La finalidad ha sido exclusivamente favorecer el diálogo con la cultura contemporánea, preservando siempre la fe de la Iglesia.
- La catedral primada ha procurado mantener un diálogo sincero con las manifestaciones culturales del momento, tratando de responder a lo que hoy nos pide la Iglesia.
Ateo, una canción para «que hablen»
C. Tangana ha seguido su senda de provocación, con una canción en la que parodia a sus críticos, con una imitación de tertulia televisiva llamado «Que hablen». Y es que el propio título de la canción ya parece una provocación, llamada Ateo y rodada en una catedral, pero como bien dice el deán, la letra de la misma «no afecta a la fe».