El alcalde de Guadalajara, Antonio Román, «acata y respeta pero no comparte» la resolución del Tribunal Administrativo Central de Contratación que ha anulado el procedimiento de adjudicación del megacontrato de servicios municipales promovido por el consistorio y recurrido por PSOE e IU. Con este procedimiento, el Ayuntamiento pretendía agrupar la gestión de 11 servicios municipales en un único contrato de 20 años de duración y un monto total de 270 millones de euros.
A juicio de Román, la anulación de este megacontrato «va a suponer un perjuicio para los ciudadanos porque estaba previsto un ahorro de 1,7 millones de euros al año, que iba a ser trasladado a los impuestos municipales».
«A día de hoy», el alcalde se ha mostrado contrario a recurrir la decisión del Tribunal Administrativo Central de Contratación, aunque ha dejado la puerta abierta, más adelante, «si hubiera informes que lo aconsejaran».
Román ha explicado que la suspensión del megacontrato va a afectar a un segundo procedimiento similar que estaba en curso y que está siendo analizado por los servicios jurídicos del Ayuntamiento para ver si se puede modificar, sin perjuicios para el consistorio, pero «manteniendo la misma filosofía».
El regidor municipal se ha mostrado convencido de que estos megacontratos «aprovechan las sinergias de diferentes servicios para hacer una gestión más eficiente incorporando innovación y ahorro en la prestación de servicios municipales».
Por su parte, la portavoz del Grupo socialista en el Ayuntamiento, Magdalena Valerio, ha calificado la resolución del Tribunal Administrativo Central de Contratación como «un varapalo político al equipo del gobierno popular, al que han dicho que lo que pretendían hacer era ilegal». Valerio ha incidido, además, en que el alcalde de Guadalajara se ha gastado 60.000 euros en informes encargados a un despacho privado.
Y ha concluido: «como Antonio Román vio que los técnicos del Ayuntamiento no estaban por la labor de hacerle el traje jurídico y administrativo como quería, decidió encargarle a otros que le hicieran ese traje a medida, que ahora le ha echado para atrás el Tribunal».