Es importante ser algo en la vida antes que ocupar un cargo público. Que se lo pregunten a las decenas de ex altos cargos socialistas que se ven abocados al paro en el peor momento económico conocido por su generación. Toca volver a la vida corriente tras la derrota del PSOE en las autonómicas y municipales del 22 de mayo, especialmente; pero también tras la de las elecciones generales.
Los que sí tenían oficio y ocupaban hasta ahora puestos políticos en la Administración del Estado van regresando estos días a su profesión de origen. El último ha sido el ya exsubdelegado del Gobierno en la provincia de Toledo, Javier Corrochano, que se dispone a solicitar su reingreso como funcionario de la Consejería de Educación para volver a las aulas, concretamente a las del IES Juan Antonio Castro, donde retomará sus clases como profesor de Historia.
Recientemente, también solicitó su reingreso en el Servicio de Salud Pública de Castilla-La Mancha Roberto Sabrido, que ha cesado como responsable de la Agencia Estatal de Alimentación. Sabrido, exconsejero de Sanidad y médico de profesión, tenía plaza de jefe de Servicio en el Sescam.
Otros que volvieron a sus antiguas ocupaciones, también como profesores, fueron el exconsejero de Presidencia, José Valverde; el exalcalde de Talavera, profesor en el IES Juan Antonio de Castro y, por lo tanto, compañero de Corrochano; o el expresidente de la Diputación de Toledo, José Manuel Tofiño, profesor en un colegio público de Illescas.
EL SENTIDO ADIÓS DE CORROCHANO
Corrochano se despidió con un correo electrónico de su puesto en la Subdelegación del Gobierno.
«El BOE de hoy ha publicado mi cese como Subdelegado del Gobierno en la provincia de Toledo. Durante los casi 8 años que he ocupado el cargo he tratado de ser útil a la provincia de Toledo y dedicar todo mi tiempo y mi esfuerzo al servicio de los toledanos y las toledanas, como prometí en mi toma de posesión. Hoy me marcho con la tranquilidad de creer que el objetivo se ha cumplido, según las muestras de afecto que he recibido desde diferentes sectores; pero la Democracia es implacable, mi partido perdió las pasadas Elecciones Generales, y toca dar paso a otra formación política, a la que deseo toda clase de éxitos, así como a quien me vaya a suceder en el cargo.
Yo, por mi parte, vuelvo al Instituto Juan Antonio Castro de Talavera de la Reina y seguiré intentando trabajar por el proyecto del Partido Socialista Obrero Español.
Sinceramente estoy muy agradecido porque durante estos años habéis contribuido muy eficazmente a divulgar cuanto se ha hecho desde la Subdelegación con un trato exquisito, incluso cuando las noticias había que reservarlas para no entorpecer una investigación o cuando, por su contenido, se podían prestar a un tratamiento morboso y vosotr@s no lo habéis hecho. En pocas palabras, ha sido un placer trabajar con vosotros.
En el I.E.S. Juan Antonio Castro tenéis un amigo que va a conservar el número de teléfono por si me necesitáis para algo. Un cordial saludo».