La Biblioteca Nacional de España (BNE) ha querido rescatar del olvido la obra abstracta del pintor toledano Esteban Lisa con la exposición «Retornos», una retrospectiva que abarca toda su desconocida obra desde los años treinta a los setenta.
Según ha explicado a Efe el comisario de la muestra, Miguel Cereceda, lo interesante de Esteban Lisa (Toledo, 1895-Buenos Aires, 1983) es que fue de los primeros autores en desarrollar un lenguaje abstracto en América Latina «y posiblemente en España».
«Queremos dar a conocer públicamente la importancia de su trabajo», asegura Cereceda, quien recuerda que Lisa no llegó a ver nunca expuesta su obra de forma individual, «sólo en exposiciones colectivas», al rechazar el mundo del arte por considerarlo «excesivamente vanidoso».
Según trascendió tras su muerte, en 1983 en Buenos Aires, dónde vivió prácticamente toda su vida, a partir de un discípulo suyo, Lisa consideraba el arte como «una experiencia muy íntima y personal» que le ponía en contacto con el universo, pero que no necesariamente debía ser compartido con los demás, lo que justifica su falta de interés para exponer individualmente.
«Retornos» constituye la primera exposición institucional en solitario de la obra del pintor en Madrid y en la misma se hace un recorrido por sus diversos periodos estilísticos desde los años treinta hasta su fallecimiento.
Así, su grandeza como artista se aprecia ya en sus primeras composiciones geométricas, de mediados de los treinta, pero también en su evolución con series como «Composiciones» o «Actos Espaciales», de los cincuenta, con un desarrollo de dibujo y color de características «mironianas» en el que predomina una «mayor libertad de expresión», al pintar «para si mismo», según Cereceda.
Esteban Lisa, de origen español pero que emigró a Argentina con sólo doce años, es un artista «apenas con estudios primarios» que logró, con mucho esfuerzo y trabajo, estudiar Bellas Artes en Buenos Aires, donde fundó primero una Escuela de Dibujo y Pintura y, posteriormente, la Escuela de Arte Moderno.
Para Lisa, su arte participaba en un diálogo silencioso con algunos de los grandes artistas de la primera mitad del siglo tales como Picasso, Miró, Mondrian, Klee o Kandinsky, algunas de cuyas influencias se pueden ver en sus cuadros, aunque siempre con un lenguaje «muy personal».
La muestra, que en diciembre viajará al museo de Santa Cruz de Toledo, ha sido organizada por la Fundación Esteban Lisa con la colaboración de la BNE y la Consejería de Educación y Cultura de Castilla-La Mancha.
En la misma se pueden contemplar, además de 120 cuadros, muchos de los documentos literarios que el también filósofo interesado por la teoría estética, la ética y la ciencia moderna, enviaba a bibliotecas de todo el mundo y algunos de los cuales forman parte de los fondos de la Biblioteca Nacional.
Con esta exposición, la Biblioteca «pone en valor», según su comisario, la obra de Lisa, un artista que pintó durante toda su vida sin exponer nunca y que guardó toda su obra, «completamente desconocida» e integrada por más de 3.000 cuadros, en un armario, del que, a su muerte, la rescataron algunos de sus discípulos con la intención de honrar su nombre.