Una banda que adquiría cocaína en Madrid, la adulteraba en un laboratorio de Guadalajara y la distribuía desde Benalmádena (Málaga) a través de personas utilizadas como correos o «mulas» ha sido desarticulada en una operación con ocho ciudadanos colombianos detenidos y nueve kilogramos de cocaína intervenidos.
Las pesquisas comenzaron en junio de 2011, cuando los investigadores detectaron la presencia en la Costa del Sol de una organización que se estaba dedicando al tráfico de drogas, ha informado hoy la Policía en un comunicado.
Su actividad consistía en adquirir importantes cantidades de estupefacientes en Madrid, adulterarlas en Guadalajara y, finalmente, a través de un complejo entramado de correos o «mulas», transportarlas hasta Benalmádena, donde se daba salida a la droga.
Los agentes identificaron a los supuestos integrantes de la organización, liderada por una mujer de origen colombiano que dirigía a todos los componentes, entre los que se encontraban su compañero sentimental, su padre, hermanos e hijas, con edades comprendidas entre los 28 y los 68 años.
La principal investigada ocultaba su verdadera actividad tras la fachada de una mujer de mediana edad que regentaba un pequeño negocio de alimentación de productos colombianos.
La droga era almacenada en varios domicilios, por lo que los investigadores han practicado seis registros en viviendas ubicadas en las provincias de Madrid, Málaga y Guadalajara.
En esta última localidad se localizó el inmueble donde adulteraban la droga, en el que además de dos kilos de cocaína y tres de sustancias de corte, se incautaron de varias prensas, balanzas de precisión, ollas en las que se «cocinaba» la cocaína y útiles relacionados con el tráfico de estupefacientes.