Le contrataron para pintar en el interior de la vivienda y él no sólo hizo su trabajo sino que además realizó otro «extra» que consistió en robar algunas joyas sin que los propietarios se dieran cuenta.
Los hechos tuvieron lugar en Talavera, cuando la Policía recibió una denuncia sobre el particular y las sospechas, desde el primer momento, recayeron sobre una persona de nacionalidad rumana que durante las fechas en las que había tenido lugar el hurto había realizado trabajos de pintura en el interior de la vivienda.
Poco después los agentes comprobaron, en un establecimiento de compraventa de metales preciosos que aún se encontraban algunas de las joyas que habían desaparecido de la vivienda, y que el vendedor, curiosamente, había sido el mismo pintor.
Tras interrogarle, reconoció ser el autor de los hechos. No era la primera vez, ya que se demostró que era el autor de otro robo, por el mismo modo, en otra casa.